Otra jugada típica de la Policía Bonaerense: por el homicidio del colectivero Carlos Sánchez de la línea 514, en Claypole, fue detenido, en menos de 24 horas, un hombre llamado Lucas Romero. Según el expediente, la detención se produjo porque una mujer policía declaró en la causa y refirió que una testigo le contó que Romero fue el autor de la muerte del colectivero. Los investigadores dicen que ya tienen ubicada a la testigo, pero que todavía no la pudieron llevar a declarar. Y casualmente resultó que Romero estaba imputado por un robo a un colectivo. A primera vista parece que salieron a meter preso a alguien, cualquiera, y buscaron alguno que tuviera un antecedente parecido. Anoche el diagnóstico era el siguiente: “bueno, no tenemos casi nada. Tampoco podemos decir que no tenemos nada”, dijo uno de los investigadores a este diario. Romero aceptó declarar en la indagatoria y dijo que no tuvo nada que ver, que a esa hora estaba con distintos familiares en casa de su familia en Florencio Varela. Sin embargo, no hubo premura en verificar sus dichos: pasará todo el fin de semana entre rejas porque hubiera sido un papelón dejarlo en libertad ayer.
El asesinato de Carlos Sánchez produjo conmoción en toda la zona sur y hubo paro de 60 líneas de colectivos. El impacto obligaba a buscar rápidamente un culpable y la Bonaerense se lo llevó a toda velocidad al fiscal Lorenzo Latorre.
De acuerdo al relato que obtuvo este diario, los fundamentos de la detención son escasos. La declaración de la mujer policía que apenas dice que le dijeron, sin que aparezca la otra mujer que es la supuesta fuente de la información.
Un punto clave es que Romero tiene el antecedente de estar acusado por un robo a un colectivo, pero en el caso en que murió Sánchez ni siquiera fue un robo a un colectivo, sino que eran dos personas en moto tratando de robarle otra moto a una pareja y, en ese intento, dispararon al aire y mataron al colectivero. Sin embargo, el antecedente del robo anterior y la declaración de la mujer policía bastaron para concretar la detención. La otra causa contra Romero es por violencia de género, y en ella tiene dictada una restricción perimetral.
El fiscal Latorre tomó ayer declaración al imputado, quien aceptó la indagatoria, asistido por una defensora oficial, Paula Rodríguez Herlein. Romero dijo que estuvo en casa de su hermana, en Florencio Varela, donde también dormían sus sobrinos. La madre de Romero, Patricia Suenaga, negó la participación de su hijo en la muerte del colectivero y señaló que tiene una Motomel y no una Honda Tornado como la que buscaba la policía y que fue la que aparentemente se usó en el asalto que derivó en la muerte de Sánchez.
En la fiscalía resolvieron que la verificación de los dichos de Romero se hará recién el lunes, cuando también se concretarán las rondas de reconocimiento con seis testigos. Si la coartada de Romero es sólida o los reconocimientos resultan negativos, habrá poco para sostener la detención.
En la fiscalía de Lomas de Zamora admiten que no tienen gran cosa contra Romero: “no hay evidencia firme”.