El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a criticar este miércoles la fiabilidad del sistema electrónico de votación y reveló la intención que tienen las Fuerzas Armadas de filmar a las personas votando durante la jornada electoral el próximo 2 de octubre y luego usar esas imágenes para probar si hubo fraude.
En entrevista con radio Guaíba, el mandatario dijo que las Fuerza Armadas enviaron al Tribunal Supremo Electoral (TSE), la máxima autoridad electoral del país, "propuestas" para supervisar las elecciones". Entre otras, mencionó el control diurno de las urnas electorales el día de las elecciones. "De nada sirve revisar las urnas una semana antes como quiere el TSE. Se tiene que hacer la verificación el día de las elecciones", aseguró.
"Podemos tomar 600 urnas y verificar ese día. Hay casi 500.000 en Brasil, es una buena muestra. ¿Y cómo se hace esta prueba? La gente vota y sabe que está siendo filmada (...) Y al final del día, con esa película terminada, ves a quién votó esa persona", continuó el presidente. Agregó que la propuesta de los militares está amparada por la ley electoral y se quejó de que, hasta ahora, el TSE no respondió a la sugerencia.
Dudas sobre la transparencia del sistema electoral
A mediados de junio, el ministro de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira, envió una carta al presidente del TSE, Edson Fachin, quejándose de que las Fuerzas Armadas "no se sienten honradas" por la Corte, ya que las sugerencias de mejoras al sistema electoral dadas por los militares no fueron aceptadas.
El TSE rechazó tres de estas sugerencias para las elecciones de octubre y otras cuatro son prácticas implementadas previamente. Entre las solicitudes, exigieron un aumento en el número de urnas cuyo funcionamiento es comprobado antes de la elección y la publicación de un informe de abstenciones y óbitos de electores registrados para controlar el fraude electoral.
En este último caso, el TSE señaló que las entidades de control ya actúan cuando hay evidencias de fraude electoral. En otros puntos se señalaron errores como confusión de conceptos y fallas en los cálculos de los militares para decir que habría riesgo de vulneración en las pruebas de seguridad de las urnas electrónicas.
Bolsonaro, quien busca la reelección y aparece segundo en las encuestas, ha expresado en repetidas ocasiones sus dudas sobre el mecanismo con el que fue elegido para el cargo, afirmando que las urnas electrónicas no son auditables -aunque lo son- y defendiendo la aplicación del voto impreso, considerado un retroceso por parte de la Justicia Electoral.
El sistema de votación electrónica, que se usa desde 1996 en Brasil, ha sido criticado en varias ocasiones por el mandatario, quien asegura que en las elecciones de 2018 ganó en primera vuelta, pero hubo un fraude que lo llevó al balotaje.