5 - S.O.S MUJERES AMERICANAS

(Aftershock/Estados Unidos, 2022)
Dirección y guion: Paula Eiselt y Tonya Lewis Lee
Edición: Flavia de Souza y Sunita Prasad
Duración: 86 minutos
Estreno en la plataforma Star+

S.O.S Mujeres Americanas es un documental sobre múltiples violencias en un ámbito donde todo debería ser alegría y esperanza ante la posibilidad de un futuro mejor. Es violencia de género, porque las víctimas son todas mujeres. También violencia racial, pues si bien la población blanca no está exenta, afecta especialmente a la afroamericana. Y violencia sistémica, porque el tema central de esta película dirigida a cuatro manos por Paula Eiselt y Tonya Lewis Lee (la esposa de Spike Lee) no es otro que la mortalidad maternal en Estados Unidos, el país industrializado con peores índices en la materia de todo el mundo aun cuando la cantidad de cesáreas aumentaron exponencialmente a lo largo del último medio siglo. Dado que la salud al norte del Río Bravo es un negocio más formidable que haber invertido en bitcoins antes de la pandemia, no hay que ser un genio para suponer que la búsqueda de engordar bolsillos, como casi siempre y con casi todo, explica una buena parte del problema.

“Una afroamericana embarazada es para el hospital como un negro detenido en un control de tránsito", dice un viudo a cargo de una hija que no conocerá a su madre: víctima de dolores en todo el cuerpo durante los últimos meses del embarazo, la mujer se cansó de visitar hospitales que la mandaban de vuelta a casa, hasta que entró en estado de shock, le indujeron el parto y nunca volvió a despertar. El muchacho es una de las voces a cargo de poner nombre y apellido a un problema que azota con mayor fuerza en las zonas más pobres, que nada casualmente son las de mayor porcentaje de población afroamericana. La otra voz corresponde a un hombre, también negro, a cuya esposa la realizaron una cesárea que, por la mala atención, devino en una embolia pulmonar mortal. Con esos casos como bandera, Eiselt y Lewis Lee empiezan a tirar del ovillo para descubrir, oh sorpresa, que a miles de mujeres les ha pasado lo mismo y que el asunto no es nuevo.

Estrenada y premiada en el último Festival de Sundance, S.O.S Mujeres Americanas apela a las formas habituales de los documentales expositivos tan en boga en las plataformas de streaming, nutriendo su relato con entrevistas a familiares y referentes de asociaciones que militan por un cambio legislativo –o, al menos, por una relación más transparente entre médico y paciente–, fragmentos de actos públicos para denunciar la situación, un puñado de imágenes de archivo con las coberturas mediáticas y un arsenal de gráficos con datos. Datos de todo tipo y color, aunque hermanados por su proverbial capacidad de síntesis.

Si esos números –que no necesitan andar gritando para ser contundentes– y la puesta en contexto explican que la faceta periodística de S.O.S Mujeres Americanas sea la que mejor funciona, los momentos en los que intenta ahondar en los sentimientos y sensaciones de las familias de las víctimas coquetean peligrosamente con el golpe bajo. Porque, ¿de qué manera puede sentirse una madre que vio a su hija agonizar durante días mientras los médicos insistían con minimizar los síntomas y en indagar en si consumía drogas? Para preguntar obviedades están los noticieros, con su alarmismo y su búsqueda de impacto constantes. Los documentales deberían ir por otro lado.