En plena campaña para las elecciones de octubre, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, criticó y se burló del lenguaje inclusivo promovido por algunos organismos estatales argentinos.
"Lamento la oficialización del uso de lenguaje inclusivo por parte de Argentina. ¿Cómo ayuda eso a su pueblo? El único cambio provocado es que ahora hay 'desabastecimiente', 'pobreze' y "desemplee'. Que Dios proteja a nuestros hermanos argentinos y los ayude a salir de esta difícil situación", escribió el líder de la ultraderecha brasileña en sus redes sociales, con una alusión directa a las dificultades económicas que transcurre la Argentina.
En su mensaje, insinuó un paralelo entre Alberto Fernández, con quien mantiene una tensa relación, y el candidato a presidente y exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones de octubre. "En Brasil, la izquierda parece obsesionada en destruir nuestros símbolos nacionales. Es una forma de dividir el país, faltando el respeto a su cultura y tradiciones. El respeto se conquista con carácter, trabajo y valores, no con estos disparates", escribió el presidente brasileño que cataloga a Alberto Fernández de comunista.
“Buena suerte a los que creen que estas son las pautas más importantes para un pueblo. Mi compromiso es seguir reduciendo la violencia, creando un ambiente propicio para la generación de empleo, acelerando el crecimiento de nuestra economía y defendiendo los valores sagrados de nuestra patria”, concluyó Bolsonaro.
La crítica de Bolsonaro se da en el marco de la promoción del lenguaje inclusivo por parte del Ministerio de Obras Públicas argentino, liderado por Gabriel Katopodis. Según la resolución 244/2022, publicada el martes pasado en el Boletín Oficial, el ministerio ordenó adecuar los modelos de notas, planillas, formularios y toda la documentación de comunicación interna o externa para que su redacción contemple un modo de expresión no binario. Con esto, se buscaría desalentar el uso masculino como marcador genérico. El Ministerio de Salud optó, en mayo pasado, por una decisión parecida, promover el lenguaje inclusivo en sus textos internos.
Por su parte, a mediados del año pasado, el Gobierno brasileño, a través de una normativa publicada por la Secretaría de Cultura, prohibió de forma taxativa el uso del lenguaje inclusivo en comunicaciones oficiales o en todo tipo de actividad artística que reciba financiación estatal.
De cara a las próximas elecciones en octubre, Bolsonaro intenta incluir una agenda de costumbres y comportamientos vinculada a los sectores más conservadores de los credos evangelistas para repetir la exitosa campaña electoral que lo llevó a la victoria en 2018. En su campaña, con vista a los comicios, Bolsonaro suele citar a Argentina, junto con Venezuela y Cuba, y más recientemente a Chile y Colombia, como países que han caído en las garras del comunismo, al que, según Bolsonaro, Lula llevaría a Brasil en caso de imponerse en octubre.
Esos comentarios, una costumbre
Las descalificaciones de mujeres y del feminismo son recurrentes en el discurso del presidente de derecha. El 3 de junio, Bolsonaro perdió un juicio iniciado por la premiada periodista Patricia Campos Mello, del diario Folha de Sao Paulo, por haberla ofendido con expresiones de tinte machista y sexual. El mandatario la habría culpado de querer una primicia a toda costa, dando a entender un tono sexual a su discurso.
Hans River, un exempleado de Bolsonaro, culpó a Campos Mello de querer seducirlo a cambio de información del mandatario. Por su parte, el diario donde pertenece la periodista, desmintió lo dicho y mostró los mensajes intercambiados entre Campos Mello y River, donde se ve una clara sugerencia por parte del ex empleado de Bolsonaro y la negativa del lado de la periodista.
Lula sigue siendo el favorito
Este miércoles la consultora Quaest divulgó los datos de su última encuesta y Lula sigue siendo el favorito para ganar la elección con una intención de voto de 44 por ciento, mientras que Bolsonaro, figura en segundo lugar con 32 por ciento.
En comparación con la anterior medición, publicada a principios de junio, la distancia entre ambos candidatos sigue oscilando dentro del margen de error, señala la empresa consultora, en referencia a que se acortó dos puntos porcentuales (tenían 45 y 31 por ciento, respectivamente). Por esa misma razón, la encuestadora no asegura una victoria de Lula en primera vuelta, a pesar de que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) tiene 44 por ciento y todos los demás candidatos llegan a 42 por ciento. Las encuestadoras toman en cuenta este dato porque en Brasil el triunfo en primera vuelta se garantiza con más del 50 porciento de los votos válidos.
Bolsonaro se enfrentaría al debate
El presidente ultraderechista confirmó que asistiría a los debates presidenciales para mostrar sus acciones durante su mandato. “Tengo la intención de ir. En política, todo es dinámico, sobre todo porque hay mucho que presentar. No me voy a quedar preso de una agenda en la que alguien me va a atacar gratis. Responderé por lo que hicimos y haré comparaciones con gobiernos anteriores”, señaló Bolsonaro en una entrevista con la cadena Sistema Brasileño de Televisión (SBT).
El 26 de julio, el canal CNN suspendió el primer debate presidencial que estaba anunciado, luego de que Bolsonaro y Lula da Silva rechazaran la invitación. Al día siguiente, el líder izquierdista dijo que participará solo de tres encuentros entre presidenciales.