Desde Santa Fe
La jueza de la Corte Suprema Elena Highton de Nolasco tuvo que cancelar ayer una conferencia en la Universidad Nacional del Litoral, media hora antes del comienzo, porque en la calle organizaciones de derechos humanos repudiaban su voto por el 2x1 a genocidas, le reprocharon su “falta de ética” porque no quiere dejar su cargo a los 75 años como manda la Constitución y la consideran un “mal ejemplo” para los estudiantes de abogacía. Highton llegó el jueves a Santa Fe para el 3º Congreso del Nuevo Derecho Privado. La tarde anterior participó en el mismo lugar en un acto junto al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, pero ayer a las 9, cuando un grupo de militantes del Foro contra la Impunidad y por la Justicia se concentró frente a la UNL, suspendió su disertación –prevista para las 9.30–, rechazó la posibilidad de ingresar al recinto por la puerta de atrás y se tomó el primer vuelo de regreso a Buenos Aires. El Centro de Estudiantes de Derecho que conduce Franja Morada informó por su red interna que el panel de la jueza se había reprogramado para las 11.15 por “ciertos imprevistos” –como llamó a la acción de los manifestantes–, pero a esa hora, cuando los otros panelistas comenzaban a exponer sobre “la especialidad de la hipoteca”, Higton ya estaba en viaje hacia el aeropuerto de Sauce Viejo.
El Foro convocó a una volanteada y a una radio abierta frente a la UNL apenas se confirmó que Highton estaba en Santa Fe y el viernes, abría el primer panel de la mañana, junto a otros dos expositores. El segundo panel, era el de la jurista Aida Kemelmajer de Carlucci, a las 11:15, sobre “la compensación económica”.
A las 9, los militantes del Foro comenzaron a protestar en las puertas de la Universidad contra la “amnistía encubierta” a genocidas, como consideran al fallo de Highton y sus colegas Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. “Repudiamos la presencia de la jueza del 2x1 en la UNL”, decía el volante que, en realidad, es una carta abierta a la ministra de la Corte. Y desplegaron su bandera: “Señores jueces: nunca más ningún genocida en libertad”.
Cuando los manifestantes cantaban “¡Como a los nazis, le va a pasar, donde vayan los iremos a buscar!”, un estudiante les sacó fotos y los interpeló en voz alta, sin decir quién era. Les dijo que “por culpa de ellos se había caído el nivel de la conferencia” que fue a escuchar. “¡Highton no viene por ustedes! -les reprochó.
–Si la señora no se banca una opinión distinta con todo lo que hizo, la verdad que es preocupante –le respondió una militante del Foro, Graciela Paccot, quien tomó el entredicho con ironía. “¿Qué le hace una mancha más al tigre?”, se preguntó.
Como Higton no aparecía y su conferencia se demoraba, el Centro de Estudiantes de Derecho informó por su red interna que por “ciertos imprevistos” de los disertantes, se habían reprogramado los paneles: el de la doctora Kemelmajer de Carlucci se adelantaba a las 9.30 y el de Higthon pasaba a las 11.15. Pero la jueza de la Corte ni siquiera llegó al segundo horario, así que su panel sobre la “especialidad de la hipoteca” comenzó con una silla vacía.
El Foro cuestionó la invitación a Highton a la UNL. No por falta de “idoneidad”, sino por “el mal uso de sus conocimientos”, “la falta de ética que trasunta su conducta” en la Corte y su “mal ejemplo” a estudiantes y futuros miembros del Poder Judicial. “Su voto en la Corte a favor de la amnistía encubierta a genocidas condenados, en el fallo del 2x1, contradice todas sus definiciones anteriores y representa una violación flagrante a la Constitución Nacional y a los Tratados Internacionales”.
“Su voto fue repudiado por la inmensa mayoría del pueblo argentino y rechazado por unanimidad por el Consejo Superior de la UNL”, dijo el Foro. Y recordó su impugnación a los otros dos jueces que votaron el fallo, Rosatti y Rosenkrantz, cuando Mauricio Macri los designó por decreto, aunque luego el Senado aprobó los pliegos.
Highton “ha eludido la limitación de los 75 años” que manda la Constitución para seguir en el cargo. “Su continuidad en la Corte es una decisión política, que viola la separación de poderes y la ubica en una línea de dependencia” de Macri. “Así ocurrió con el fallo del 2x1 y así ocurre ante la ilegal detención de Milagro Sala, en un hecho de persecución política, racial y de clase que ya resulta bochornoso ante el mundo y representa un incumplimiento manifiesto de resoluciones de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.