El Ministerio de Justicia recibió este martes el pedido de colaboración del Departamento de Justicia de Estados Unidos reclamando la incautación del Jumbo de Emtrasur que llegó a la Argentina el 6 de junio. Desde la cartera que encabeza Martín Soria le enviaron en la mañana del miércoles el documento al juez de Lomas de Zamora, Federico Villena, porque el magistrado retiene el aparato y, además, es el juez que está de turno. La cuestión no es sólo judicial, sino política: Estados Unidos sostiene que la venta del Jumbo de la iraní Mahan Air a la venezolana Conviasa --Emtrasur es la empresa carguera de Conviasa-- violó el embargo dispuesto por Washington contra esa aerolínea y contra Irán, dado que Mahan -según Washington- hizo vuelos para llevarle material bélico a la Guardia Revolucionaria Al Quds, que es una rama del ejército iraní. 

El avión en sí mismo no representa un gran valor: es un modelo de 1988 del que ya sólo operan cinco unidades en todo el mundo, dado que no es viable salvo para países que tienen el combustible a precios bajísimos, como Venezuela y Arabia Saudita. Pero a la Argentina le plantea una cuestión política seria, no sólo con Irán sino principalmente con Caracas: deberá decidirse si la Argentina aplicará un bloqueo o normas de comercio de Estados Unidos.

La causa que tramita en Lomas de Zamora tiene dos vertientes distintas. En primer lugar, los tripulantes. Villena autorizó la salida del país de 12 de los 19, pero ordenó que se queden en la Argentina tres venezolanos y cuatro iraníes. Considera que hay que seguir investigando si el vuelo a la Argentina ocultaba alguna operación de espionaje o terrorismo. Para determinarlo, espera traducciones de los chats entre los iraníes e informes de Estados Unidos, Paraguay y Uruguay. 

En este terreno, los abogados de Emtrasur presentarán antes de este viernes la apelación y, por primera vez, el expediente llegará a la Cámara Federal de La Plata. Habrá que ver lo que dicen los camaristas ante personas que están retenidas sin acusación alguna. A los tripulantes no se les achacó ningún delito.

En otro andarivel cursa la cuestión del avión. En Caracas tienen una mirada conspirativa de lo ocurrido y piensan que en la Argentina se demoró todo el trámite para que llegara el pedido norteamericano. La mirada venezolana será política, no sólo judicial.

En los hechos, lo que ocurrió es que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le adelanta al Ministerio de Justicia de Argentina que habrá un exhorto de un juez norteamericano de Maryland dirigido al juez argentino, Villena. En esa comunicación le requerirán al magistrado que cumpla con la decisión norteamericana, que secuestre el avión y que lo decomise con miras a subastarlo en algún momento.

Página/12 accedió al documento original, en inglés, que fundamenta el pedido. Los hechos que quedan resumidos en el conflicto son los siguientes:

  • El Boing 747 fue producido en Estados Unidos, aunque la empresa fabricante se lo vendió a Air France.
  • La aerolínea francesa se lo vendió en su momento a Irán.
  • En 2008, Washington estableció que Mahan Air, la aerolínea iraní, fue colaboradora de las Brigadas Air Quds. Por lo tanto, le impuso un bloqueo según el cual se debía pedir autorización para cualquier transacción con Mahan Air. Esa autorización debía ser emitida por la BIS (Oficina de Industria y Seguridad, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio.
  • Por lo tanto, Estados Unidos objeta la venta del Jumbo de Mahan a Conviasa, la aerolínea venezolana que tiene como subsidiaria a Emtrasur.
  • No sólo cuestiona la transacción del avión, sino también todos sus vuelos. Y, además, el documento sostiene que hay que pedirle autorización al BIS hasta para comprar los repuestos.
  • En resumen, todas las operaciones violan las normas de comercio de Estados Unidos. Lo que traducido al idioma coloquial significa que lo que se violó es el bloqueo.
  • La lógica indica que Villena le pedirá opinión a Incardona y empezará todo un ida y vuelta judicial. Hay una cuestión que estará en el centro de lo que se resuelva: existe un tratado de colaboración judicial entre Estados Unidos y la Argentina. Se necesitará una evaluación si el pedido norteamericano excede o no los términos de ese tratado, algo que invade el terreno político:
  • ¿Está la Argentina obligada a cumplir con bloqueos-normas de comercio norteamericanas? Además, ¿cuánto incide en ese bloqueo que la Argentina no declaró como fuerza terrorista a la Guardia Al Quds?
  • ¿Cómo juega en esto que el avión es venezolano y no iraní? Hasta Estados Unidos admite que la venta existió. Para la Argentina es evidente que el conflicto es con Caracas, no con Teherán.
  • Según todas las fuentes ligadas a la industria de la aviación, el aparato en sí mismo no es de altísimo valor: hoy en día nadie lo quiere. Es antiguo -de 1988-, con costos altísimos y repuestos muy difíciles de conseguir. Sólo lo utilizan países con precios de combustibles muy bajos y hay apenas cinco unidades activas en todo el mundo. Arabia Saudita, por ejemplo, tiene un 747 de este modelo que usa como avión suplente del que moviliza al rey o los príncipes. Sin embargo, la aeronave tiene un fuerte simbolismo político.

Por ahora, las cosas están en la cancha judicial, pero tarde o temprano el Jumbo se convertirá en una cuestión en la que entrarán en juego las relaciones con Estados Unidos, con Venezuela y con Irán.