Analizar el presente para imaginar el futuro en ocasiones provoca un miedo paralizador, el efecto contrario al que se pretende. Si la crisis climática va a acabar con todo irremediablemente, ¿para qué esforzarse en luchar? El estudio del futuro puede ser un arma de doble filo si no se sacan conclusiones acertadas y constructivas.
En esa línea ha trabajado la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que ha publicado el libro Las enfermedades infecciosas en 2050. En un intento de dilucidar los problemas futuros para combatirlos a tiempo y diseñar estrategias de prevención. Si el factor sorpresa de la covid-19 fue clave para el desastre que ocasionó, la previsión salvará vidas.
La SEIMC estima que las enfermedades infecciosas serán la primera causa de muerte por enfermedad en 2050. La elevada variabilidad genética de los virus respiratorios, la falta de predicción de los cambios genéticos y la existencia de reservorios animales sugieren que la aparición de futuras pandemias es una amenaza real. De hecho, el libro entiende que es "muy probable la emergencia de nuevos virus de origen zoonótico", como son el coronavirus y la viruela del mono.
Principalmente, la mayor preocupación se trata de las bacterias multirresistentes, aquellas que no responden al efecto de tres o más antibióticos. "En 2050, el incremento continuado de las infecciones causadas por bacterianas y hongos resistentes a los antimicrobianos, pondrá en riesgo la medicina moderna".
Las recetas para evitar ese escenario pasan por "implementar nuevos métodos de diagnóstico microbiológico que mejoren la identificación de microrganismos (y de sus mecanismos de resistencia a los antimicrobianos) causantes de infecciones en el paciente inmunodeprimido", reza el libro.
"Estos nuevos métodos deben perseguir (manteniendo su fiabilidad diagnóstica) la rapidez en la obtención de resultados. Debemos contar con sistemas de vigilancia que identifiquen con rapidez y eficacia la aparición de nuevos agentes biológicos transmisibles de importancia médica. A nivel terapéutico deben desarrollarse nuevos agentes antimicrobianos eficaces frente bacterias multirresistentes, hongos emergentes, virus y parásitos", continúa.
Los efectos del cambio climático también harán su aparición si no se actúa en consecuencia. No en vano, expertos como Fernando Valladares prefieren hablar de crisis mediomabiental como paraguas en el que luego aparecen otras crisis, como las económicas, de recursos o sanitarias. El clima lo gobierna todo.
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica advierte que el efecto del cambio climático sobre la distribución de diversos artrópodos que transmiten enfermedades infecciosas y los hábitos migratorios de especies que actúan como sus reservorios, puede provocar epidemias de dengue, Zika o Chikungunya en España.
Además, los movimientos migratorios de personas provocados por la escasez, problemas climáticos o falta de recursos, llevarán a que enfermedades erradicadas en Occidente y desatendidas en los países pobres aumenten su presencia.