Sobre los semáforos de la avenida Entre Ríos, en la esquina del Congreso, un grupo de manifestantes levanta carteles que dicen "Todos con Cristina", o "Fuerza Cristina". Y cantan: "¡Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación!". Cantan y se ríen.  Son jubilados, adultos mayores, personas de la tercera edad, "autoconvocados", se definen. Ante la propuesta del colectivo "Adultos mayores porteños" se citaron "por redes sociales" en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos, para dirigirse luego al Instituto Patria a manifestar su apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ante la amenaza de la cruzada judicial contra ella. Y aunque el frío del mediodía porteño cala los huesos, ellos están ahí. Contentos y seguros en sus convicciones, contentos.

Mabel es de "la JP del PAMI", dice, entre risas. "De La Cámpora, soy" agrega. En actividad, fue contadora. Hoy, con compañeras y compañeros "trabajadores jubilados" quieren expresarse "por el show que hacen los medios y los sectores de poder contra Cristina" explica. "El almanaque que llevamos encima lo llevamos bien transitado, por eso estamos acá, para respaldarla", apunta, mientras todavía son pocos en la esquina. Y despliegan un cartel sobre el vallado del Congreso que dice: "Fuerza Cristina".  

Hilda, de Parque Patricios, se enteró "por el Face de Sandra Russo, ella informa todo", afirma. El posteo de la periodista tuvo más de 300 comentarios y fue mil veces compartido. El impacto en la red habla de las motivaciones de este segmento de la tercera edad. "No conservadores, sino conocedores", describe Octavio. Docentes, empleadas públicas, cuentapropistas, portadores de un pensamiento crítico que exponen con vehemencia: "No somos los viejos del ayer, militamos con los jóvenes para dejarles un mundo mejor", explica Bethsabe. 

Algunos jóvenes se suman a la convocatoria. María Rosa explica: "Estoy laburando, me escapé dije que iba a comer y me vine, porque la adoro a Cristina y en mi laburo son todos gorilas". Fue antiperonista toda la vida, cuenta. "Pero todo lo que soñé me lo dieron ellos, Néstor y Cristina, dieron trabajo, industrializaron el país, nos desendeudaron", agrega. A su lado están Carmen, que vino del Abasto, Isabel, de Villa Devoto, Mario, de Chacarita. "Venimos para concientizar al pueblo por lo que le están haciendo a ella --explica Mario--, y ella está dejando la vida para proteger al pueblo".

Denis es "de Soberanos", dice. "El peronismo de hoy es Cristina, el menemismo no me representaba, pero con Néstor volví a creer en la política", argumenta. "Son procesos y hay que acompañar porque es caer y levantarse, no quedarse tirados". Sandra es ama de casa "y cristinista al mango". Hubiera querido venir con sus nietos pero están en la escuela, no podían, explica mientras se suma a la columna que comienza a avanzar por la plaza de los Dos Congresos. Hacia el Patria. 

Luis organiza la columna "de a tres". Desde los autos y los colectivos reciben bocinas de adhesión y algunos gritos en contra: "¡Chorros!", se escucha. "Ahora van a decir que venimos por el chori... ni por el chori ni por el café con leche, venimos por los derechos que logramos con Cristina", se entusiasma Vicky. Mientras la columna improvisa un nuevo canto que cambia "pibes" por "viejos" y algunos se resisten. Al final negocian y todos cantan: "¡Acá tenés a los jubi para la liberación!", mientras siguen la caminata. "Despacio que hay gente mayor", dice Rodolfo, y se ríen. Van despacio, no tienen apuro. "La tenemos a ella y tenemos esperanza", dice Esther. 

Al llegar al Patria comienzan a pegar en las paredes los carteles de apoyo. "Es necesario que la gente entienda la división de poderes, y el periodismo tiene mucho que ver en esto", razona Inés. "Porque los medios llenan la cabeza de la gente con ideas huecas, hablan de populismo como si fuera una mala palabra, y después hay cada uno que cree que todo lo consigue por meritocracia", se enoja. 

El bullicio se corta: alguien tira huevos desde un piso alto. "¡Cobarde, bajá!", "da la cara", le responden. No pasa a mayores. "Cristina se pudo haber equivocado en algunas cosas, pero estaríamos dos horas si tuviéramos que enumerar todo lo bueno que hizo", explica Antonio. Carlos, de Boedo, agrega: "El kirchnerismo sacó al país adelante y ella trabajó siempre para el de más abajo, ahora queremos que cambie la Corte (Suprema de Justicia) y dejemos de tener jueces comprados por Cambiemos". No hay eufemismos. Hay convicción, sostienen. 

"Yo vine en el 2003 y vi lo que hicieron los Kirchner", asegura Isabel. Es peruana. "Me nacionalicé por eso, y a ella la respeto, la quiero y la defiendo. Sin haber recibido nada, trabajando y pagando mis impuestos", agrega, emocionada. Reneé Giradi es profesora de filosofía y una de las portavoces del evento: "Cristina es la evolución de peronismo, es su máxima expresión", afirma. Lucio, un comerciante de Lugano, coincide: "Gracias al kirchnerismo el peronismo se mantuvo en pie". Y se muestra sorprendido "porque no esperábamos tanta gente", dice. Los carteles ya empapelan las paredes del Patria. El evento termina. Hay despedidas y sonrisas. Y Lucio comparte: "La amo a Cristina por lo que hizo y por sus convicciones, y espero verla tranquila y feliz otra vez".