"No pueden pasarse por alto las graves características de los episodios" que incluyeron amenazas "de muerte a viva voz en un lugar público o de acceso público a la vicepresidenta de la Nación y su familia, lo que innegablemente provoca violencia y más, aún contra la figura de la presidenta del Senado y segunda en línea sucesoria del Poder Ejecutivo de la Nación", sostuvo el fiscal Leonel Gómez Barbella al pedir la detención del hombre que protagonizó una protesta con intimidaciones frente al Instituto Patria el 21 de julio último a la tarde. El dictamen de la fiscalía también pide la indagatoria por encubrimiento agravado de una agente de la Policía de la Ciudad que tenía a cargo la seguridad del lugar, donde había otros uniformados con quienes el agresor mantenía una charla amistosa y se podría advertir una relación anterior. Ninguno de los policías presentes en ese momento intentó frenar al hombre en medio de los gritos amenazantes.
El pedido de detención se basa no sólo en la escala penal del delito (amenaza coactiva agravada), sino en la gravedad de los hechos y en que la persona mostró vínculo estrecho, también señalado por testigos, con el personal de la policía porteña, lo que podría implicar un riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación, según el planteo de la fiscalía. La decisión, ahora, está en manos del juez Manuel De Campos. La denuncia original fue presentada por la fiscala Mónica Cuñarro, al tomar conocimiento de los sucesos, que se hicieron públicos por la circulación de un video, y donde se ve al hombre en cuestión --canoso, con pantalón claro y algo parecido a un delantal blanco-- con un megáfono en la mano y se lo escucha adjudicar a la vicepresidenta frases como que mató a la población con la vacuna, con el agua y los alimentos multiprocesados y enfatizar "no hiciste nada para protegernos y ahora te toca la horca", "el único camino para deshacernos de vos, de todos tus cómplices, tu hijo y toda la basura que nos gobierna", "te vamos a sacar a patadas en el culo" y "te vamos a ahorcar delante del Instituto Patria" o "si no delante del Senado".
Después de saludar con el puño a uno de los policías, el hombre agregó frases en la misma línea: "Los vamos a buscar con ametralladoras para liquidarlos en el momento y ahorcarlos... los vamos a encontrar ahí mismo donde los encontremos... los vamos a matar a todos". Cuñarro advertía, con solo ver las imágenes, que los policías presentes no hicieron nada "para detener el accionar flagrante dando intervención" a la fiscalía de turno, al contrario, trataban al individuo con familiaridad. Hicieron una denuncia con posterioridad por daños y por ensuciar el espacio público. Cuando la fiscalía de Gómez Barbella pidió la nómina de policías que habían estado allí, el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño envió solo el nombre de la agente a cargo del resto, quien fue citada a indagatoria, Tamara Stephanie Sosa.
"Fácil es apreciar que independientemente de haber formado un sumario por una contravención y por el delito de daños, las imágenes no permiten justificar de modo alguno la inacción de parte del personal de la fuerza de seguridad responsable, en ese momento y lugar, donde se cometía el ilícito", dice Gómez Barbella.
El propio Instituto Patria había hecho una denuncia en el fuero federal, que le tocó al juez Daniel Rafecas y al fiscal Carlos Stornelli, pero que todavía no pasó siquiera por el trámite de la ratificación. Gómez Barbella dice en su dictamen que por la información disponible hasta ahora no se trataría de una cuestión de competencia federal ya que no se llegó a poner en peligro el normal funcionamiento de las instituciones y el hombre que profirió las amenazas lo que parecía era mostrar una motivación particular. De lo que se investigó sobre él hasta ahora no surge vinculación con ninguna fuerza política pero sí algunas viejas expresiones en redes sociales referidas a las vacunas contra el covid. El fiscal insistió en el texto sobre la relevancia de actuar rápido y despejar el caso, e incluso recordó expedientes sobre amenazas contra Mauricio Macri y María Eugenia Vidal donde se procedió de la misma manera, más allá de los los casos de detenciones descabelladas que llevó adelante la policía bajo el mando de Patricia Bullrich.