Quince empleadas y exempleadas de Apple acusaron a la compañía tecnológica de una mala gestión de sus denuncias sobre conductas sexuales inapropiadas.
Las mujeres denunciaron retaliaciones y respuestas decepcionantes o contraproducentes de la empresa a sus planteos, informó este jueves el diario Financial Times.
Megan Mohr, una de las mujeres citadas en el informe, afirmó que se sintió inspirada por el movimiento #MeToo para denunciar, en 2018, que un colega de la compañía creadora del iPhone le había quitado la camisa y el corpiño para fotografiarla luego de una salida nocturna, mientras ella se durmió por un breve lapso.
Tras hablar con el área de Recursos Humanos sobre el reclamo, la empresa concluyó que la conducta de su empleado era "potencialmente criminal", pero que "no infringía ninguna política" en el contexto de su trabajo en Apple, señaló el diario.
“Desafortunadamente, el incidente no se produjo en el contexto del trabajo de Apple (así que) es muy probable que una investigación interna no hubiera arrojado resultados y no se hubiera emitido ninguna medida disciplinaria. Incluso si el delincuente hubiera admitido haber tomado las imágenes”, se expresó en una respuesta por parte del departamento de Recursos Humanos.
En este contexto, Mohr renunció a su trabajo en enero, tras 14 años en la empresa, y ahora pide a la compañía revisar sus políticas.
Cuál fue la respuesta de Apple
Representantes del gigante comandado por Tim Cook le aseguraron al Financial Times que se "trabaja duro" para investigar las quejas sobre mala conducta y que se "harán cambios en sus procesos de formación".
No obstante, Apple reconoció que "no siempre había cumplido esas ambiciones y expectativas".
“Hay algunas cuestiones planteadas que no reflejan nuestras intenciones o nuestras políticas y deberíamos haberlas manejado de manera diferente, incluidos ciertos intercambios informados en esta historia. Como resultado, haremos cambios en nuestra capacitación y procesos”, explicó la empresa.