Una delegación enviada por el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, al departamento de Chocó, fue amenazada y retenida por un grupo armado en lo que denunciaron que se trató de "un acto de intimidación".
La delegación “fue interceptada por hombres armados sin identificar" que les apuntaron sus armas y despojaron de un celular a uno de sus miembros, denunció en redes sociales su líder, el exsecretario de Integración Social Jorge Rojas.
"Fue un acto de intimidación para hacer notar su presencia en esta zona del medio Atrato, epicentro de todas las violencias que afectan el país", indicó Rojas. La delegación, compuesta por nueve personas, fue enviada por el gobierno entrante para iniciar los procesos de diálogos en varios territorios del país.
Tras ser liberados, los integrantes del grupo continuaron sus tareas y escucharon a miembros de la comunidad del municipio de Bojayá. Por su parte, los vecinos del municipio pidieron a Petro que declare al asumir, este domingo, “una emergencia humanitaria en el Chocó” por la “grave situación de violencia”, señaló el delegado.
Según el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz, en la zona actúan la guerrilla el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el grupo narcotraficante Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocido como Clan del Golfo.
Durante la campaña, el Pacto Histórico solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, garantías para la seguridad de Petro, y su compañera de fórmula, Francia Márquez. Petro denunció a comienzos de mayo que recibió amenazas de muerte por parte del grupo criminal “La Cordillera”, una organización “paramilitar dedicada al narcotráfico y el sicariato”.