“Ahora mismo estaba pensando lo bendecido que me siento porque a mis 73 años sigo amando la música, cada día más, creo que más que al principio. La música me ha salvado la vida, me sacó de la desesperanza y me abrió las puertas de la vida. Esto tengo que tenerlo presente siempre, y creo que el agradecimiento es una de las cosas más bonitas que un ser humano puede sentir. Me han pasado tantas cosas lindas, tantas cosas que tengo que estar súper feliz y agradecido", me dijo Arturo Sandoval.
Arturo tocará en Buenos Aires el 13 de agosto, en el teatro Opera Orbis. Nació en Artemisa, un pequeño pueblo en las afueras de La Habana, Cuba, el 6 de noviembre de 1949. Comenzó a estudiar música a los 13 años. Después de su servicio militar, fundó el grupo Irakere junto al saxofonista Paquito D'Rivera y el pianista Chucho Valdés. Mientras vivía en Cuba, fue influenciado por Charlie Parker, Clifford Brown y Dizzy Gillespie. En 1977 conoció a Gillespie, quien se convirtió en su amigo y mentor. Así lo contó:
“En mayo de 1977 recibí una llamada de un amigo saxofonista que se había retirado de la música y estaba en el sindicato: ‘Arturo, escúchame lo que te voy a decir. Esta tarde llega un crucero donde están haciendo una gira de jazz y ahí viene Dizzy Gillespie’. Yo no me lo creía, le dije: ‘Sí, está bien, qué buen chiste, sí’. Él contestó: ‘Estoy hablando en serio... y por cierto, esta conversación nunca existió’. Y cortó. Me fui al puerto de La Habana, llegó el barco y cuando bajaba Dizzy por la escalerilla no lo podía creer. Me dije, ‘Ay, Dios mío, ¿ahora qué le digo yo a este hombre? Yo no hablo una papa de inglés’. Pero Dios ha sido bueno conmigo, cuando estoy mirando lo que venía caminando veo que lo acompañaba Rey Mantilla, un percusionista del grupo de Stan Getz. ‘Este hombre me va a salvar la vida’, me dije. Él sirvió de traductor. Necesitaban un auto y me preguntaron si tenía uno. Yo tenía un cacharro que estaba cayéndose a pedazos. Era uno del año 1951 que estaba acabado de pintar con una brocha con chapapote, asfalto diluido en gasolina, que apestaba horrible. La puerta del pasajero no abría, tuvo que pasar por la de chofer. Lo primero que me dijo fue: ‘Oye, este carro huele bien feo. Se supone que tú pongas el carro en el asfalto, no el asfalto en el carro’. Ese fue el principio de una amistad que fue una bendición para mí. Ese momento es el más importante de mi carrera. Esa misma noche organizaron una especie de jam y de encuentro con los artistas visitantes y con Irakere, el grupo que yo tocaba esa época. Gillespie estaba impresionado porque era su primera visita a Cuba, veía músicos que tocaban piano, guitarra, bajo, trompeta. A los tres meses nos subió a un avión a Nueva York. El primer día nos llevaron directamente al Carnegie Hall a hacer una prueba de sonido, donde tocamos esa misma noche”.
Sandoval gano 9 premios Grammy y fue nominado en 17 ocasiones. También recibió 6 Billboard y un Emmy. Actuó en la Casa Blanca y en el Super Bowl (1995). Durante su carrera pasó por todos los estilos musicales.
"El show del Opera va a estar basado en lo que he estado haciendo desde que comencé con mi propio grupo 1981. Me gusta toda la buena música, Duke Ellington decía que la música era solamente una, la buena”, señala Sandoval. “Me apasiona la música cubana porque tengo sangre cubana en las venas, por supuesto. Pero es imposible encasillar en un estilo, tengo cosas grabadas de tango, música brasileña, bolero, danzón, rumba, conga, jazz, de todo un poco. Estoy ansioso porque llegue el día 13 de agosto para encontrarme con ese público que ha sido siempre tan cariñoso”
De la charla con Sandoval me llevo el encuentro con un músico y una persona genial, respetuoso y amable, repleto de amor y agradecimiento por la música. Sin duda dará un concierto para que todos disfrutemos.
Cristian Raimundi es coordinador artístico de Blackie 89.1. Redes: @fmblackie. Web: fmblackie.com.ar.