China anunció este viernes que impondrá sanciones contra la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, tras su viaje a Taiwán esta semana, al considerar que fue una "provocación". Asimismo, dispuso suspender varios mecanismos de cooperación con Washington, entre ellos en el tema climático y en defensa.
Con esa visita, Pelosi "interfirió seriamente en los asuntos internos de China y socavó seriamente su soberanía e integridad territorial", por lo que se "impondrán sanciones" contra la legisladora y "su familia inmediata", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores chino.
El gigante asiático, que ve a la isla de Taiwán como propia, impuso sanciones contra varios funcionarios estadounidenses en los últimos años por haber actuado, en su opinión, contra sus intereses y haberse pronunciado sobre los derechos humanos en lo relacionado con Hong Kong y la región de Xinjiang (noroeste), consignó la agencia de noticias AFP.
En marzo, Beijing aplicó restricciones de visado a una lista no publicada de funcionarios estadounidenses a los que acusó de "inventar mentiras sobre cuestiones de derechos humanos que involucran a China".
Los detalles de la sanciones
La Cancillería del gigante asiático informó que, debido a la visita de Pelosi, se suspenden las llamadas telefónicas en materia de seguridad y militar con altos cargos estadounidenses.
La cartera indicó que se procedió también a cancelar la reunión de trabajo prevista entre representantes de los ministerios de Defensa chino y estadounidense, al tiempo que anunció la suspensión de un encuentro del Mecanismo de Consulta de Seguridad Militar Marítima de China y Estados Unidos.
Además, quedan suspendidas las conversaciones sobre cambio climático, la cooperación para la repatriación de migrantes ilegales entre ambos países, el trabajo conjunto para la asistencia judicial y la lucha contra los crímenes transnacionales y el tráfico de drogas.
Pelosi calificó hoy de "ridículo" que su visita a Taiwán pueda perjudicar a la isla y aseguró que el objetivo de su gira asiática no es cambiar el "statu quo", sino mantenerlo.
En una conferencia de prensa en la embajada de Estados Unidos en Japón, última parada de su viaje por Asia, la legisladora sostuvo que la intención del viaje fue siempre "mostrar respeto" a los países visitados y "tener paz en el estrecho de Taiwán".
Ejercicios militares
China, que considera a Taiwán como parte de su territorio, comenzó el jueves, como respuesta a la visita de Pelosi, los ejercicios militares más importantes en décadas alrededor de la isla, que concluirán el domingo.
Taiwán denunció hoy que Beijing cruzó con aviones de combate, barcos de guerra y misiles la línea divisoria con la isla, una frontera informal pero estrictamente respetada hasta ahora, en una acción que calificó de "altamente provocativa".
El Ministerio de Defensa de Taiwán afirmó que 68 aviones de combate y 13 barcos de guerra chinos cruzaron la "línea media" del estrecho que separa la isla de China continental, durante las maniobras militares.
"Condenamos al ejército comunista que ha cruzado de forma deliberada la línea media del estrecho, acosando por aire y mar en torno a Taiwán", dijo la cartera en un comunicado, citado por la agencia de noticias AFP.
Y agregó: "Este ejercicio militar chino, sea por el lanzamiento de misiles balísticos o el cruce de la línea media del estrecho, es un acto altamente provocador".
Los ejercicios, que la agencia oficial de noticias de China denomina "operaciones de bloqueo conjunto", utilizan cazas, bombarderos, destructores y fragatas, se realizan en vías fluviales sumamente transitadas e incluyen disparos con munición real de largo alcance.
"Son una respuesta necesaria a la visita de Pelosi", señalaron las autoridades chinas, que no confirmaron formalmente si sus misiles sobrevolaron la isla y se negaron a comentar la trayectoria de los proyectiles.
La postura de Estados Unidos
La Casa Blanca, en tanto, convocó al embajador de China en Washington para condenar lo que calificó como comportamiento "irresponsable" de Beijing en relación a Taiwán.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, comunicó que el embajador Qin Gang fue convocado por el ruido de sables militares y la actitud "provocadora" de China.
"Condenamos las acciones militares de la República Popular China, que son irresponsables, contrarias a nuestro objetivo de hace tiempo de mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán", señaló Kirby.
Y añadió: "Le dejamos claro al embajador que las acciones de Beijing son motivo de preocupación para Taiwán, para nosotros y para nuestros socios en todo el mundo". En ese sentido, destacó la inquietud del G7, el grupo que reúne a las mayores economías occidentales, y de la agrupación regional asiática ASEAN.
"Finalmente, dejamos claro una vez más, como lo hemos hecho en privado al más alto nivel y públicamente: nada ha cambiado en nuestra política de Una sola China", remarcó Kirby, aludiendo a la postura de Estados Unidos de reconocer la visión china de que Taiwán es parte de su territorio.
La mirada internacional
La velocidad con que escala el conflicto genera preocupación internacional. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, cree imposible abordar los grandes desafíos del mundo sin la cooperación entre Estados Unidos y China.
"Para el secretario general, no hay forma de resolver los problemas más apremiantes de todo el mundo sin un diálogo y una cooperación efectivos entre los dos países", declaró a periodistas el vocero de Guterres, Stephane Dujarric, al ser preguntado sobre la decisión de China de poner fin a la colaboración con Estados Unidos en varios asuntos clave.
Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, hizo un llamado "a todas las partes" para que mantengan la "calma" y la "moderación" y pidió "resolver las diferencias por medios pacíficos", para evitar así "consecuencias trágicas".