La dinámica de interna virulenta en el Gobierno mutó, por el diagnóstico conjunto del problema económico de corto plazo y la necesidad de sacarlo adelante, en un proceso de "camino ordenado" y reducción en la escala de belicosidad. En ese escenario se instalan los dos temas no resueltos del Gabinete económico del ministro Sergio Massa, que son muy relevantes, por diferentes razones, pero que las tres patas del Frente de Todos buscan resolver con delicado cuidado. Los temas en debate son los cambios que se vienen en la Secretaría de Energía y los ruidos que generó la no oficializada designación del economista conservador Gabriel Rubinstein como viceministro de Massa, que ya estallaron en las redes sociales con la reproducción de mensajes de Twitter del economista, muy ofensivos contra referentes y políticas del Gobierno Nacional.
El caso Gabriel Rubinstein
El asunto de menor escala de conflicto es este último caso, pero instaló polémica. Rubinstein fue la última carta del abanico de posibles candidatos al puesto que Massa tuvo en sus manos. Titular de la consultora GRA (Gabriel Rubinstein y Asociados), fue el negociador con el Fondo Monetario Internacional y representante en el Banco Central de Roberto Lavagna, en los años en que éste ocupó el ministerio con Néstor Kirchner. Salió en 2005, con su jefe político. De hecho, su posible designación llegaría como una especie de acuerdo de Massa para rodearse de funcionarios de confianza y de consulta, con terminales con el lavagnismo.
Pero Rubinstein, de perfil más que conservador en lo económico, desató una tormenta en redes sociales y grupos de Whatsapp a raíz de tuits muy duros con críticas al Gobierno y al kirchnerismo, con fuertes consideraciones personales, y elogios a los economistas de Macri. Además retuiteó mensajes del libertario José Luis Espert pidiendo la liquidación de Aerolíneas Argentinas, criticando con dureza al presidente Alberto Fernández y resaltando, en un mensaje propio, que "sumarse al kirchnerismo para mí sería como decir: 'soy un idiota, pero vivan Néstor y Cristina, carajo'". También otro que indicó que el Gobierno de los Kirchner fue el más autoritario después de la dictadura.
"Está en proceso la decisión, pero aún no decidió quién va", fue la respuesta de cuadros cercanos a Massa ante la pregunta de por qué se demoraba su confirmación. Rubinstein, de hecho, había bajado en los últimos días casi toda su agenda de eventos públicos a sabiendas de estas negociaciones. Massa venía confirmando sus designaciones por Twitter, pero ésta se demoró particularmente. El mismo Rubinstein procedió a borrar los mensajes cuando vio la viralización. Una fuente de una de las tres patas de la alianza de gobierno recordó la máxima que reza que "los agravios en la política vencen a los tres meses". De todos modos, la no confirmación oficial despierta lógicas sospechas respecto a si será o no el elegido.
Rubinstein es, en verdad, una concesión del resto del Frente de Todos a Massa para que arme su gabinete con posibilidades abiertas. Y no fue opción única: entre muchos sondeos de economistas no alineados con el peronismo que realizó Massa, también estuvo el nombre de Marina Dal Poggeto, de la consultora Eco Go, hoy más cercana al espacio del radical Facundo Manes. Una diferencia no menor es que de todos los consultados, Rubinstein es el único con comportamientos públicos muy ofensivos, más allá de su pensamiento económico.
Escenario abierto en Energía
El tema más relevante para el Gobierno y para Massa es resolver qué pasará con Energía. El pacto político del Frente de Todos habilitó al flamante ministro a cambiar a todos los secretarios, por lo cual la salida de Darío Martínez ya es casi un hecho que aguarda formalización. No renunció, como se dijo, porque no lo hará antes de que haya un reemplazo.
Según supo este diario, el martes Massa dará a conocer la nueva designación en la secretaría, a la par del anuncio de cómo queda la segmentación y quita de subsidios y qué sectores serán alcanzados. La decisión también se demora porque va más allá de los nombres: fuentes oficiales confiaron a Página/12 que lo que está en debate es el modelo de política energética que tendrá el año y medio de gestión del Gobierno, luego del ingreso de Massa a Economía.
La foto de hoy es que Massa quiere controlar el área sin ir al choque, el kirchnerismo habilita debates por los cargos pero menos sobre el modelo y, con las consideraciones del caso, Presidencia quiere que se resuelva cuanto antes. Naturalmente, los tiempos apremian porque cuanto más se dilate el cambio, más se ve afectada la imagen del nuevo ministro.
En el eje está la quita de subsidios, que está muy atada a los objetivos de baja del déficit a los que el Gobierno se comprometió con el FMI pero que, a la vez, tendrá un impacto en la percepción social más allá de que casi 8 de cada 10 usuarios sigan asistidos por el Estado.
Los nombres en danza que suenan fuerte para reemplazar a Martínez todavía no son una certeza definitiva. El número puesto parecía hasta ahora el actual titular del Enargas, Federico Bernal, que tendría aval de la Casa Rosada, pero se abrió la agenda con otras opciones y no se descarta, como dicen muchos que conocen la negociación, "que haya secretario o secretaria". El clima de la elección también esta enrarecido porque las empresas de energía empezaron a intentar tallar en la designación, lo que ensucia la cancha.