Paw Grabowski es øjeRum, nom de guerre de este artista de Copenhague que explota/explora la melancolía con contadas –aunque efectivas– herramientas. Ya sea a través de canciones minimalistas (a menudo autoeditadas en cassettes lo-fi); ya sea con sus convocantes e inquietantes collages, “perdidos –según la periodista Diana Shi, del sitio Vice– en su propio pensamiento”. Y es que, en sus composiciones visuales, el muchacho mixtura “retratos antiguos con esculturas clásicas en ambientes fantásticos”, abriendo más y más capas de profundidad gracias a “patrones estratégicos” como los presentes en Needleshaped Silence, su más reciente colección. Serie artesanal, analógica, a base de recortes caseros, donde øjeRum presenta pensamientos como halos, bosques, un cielo rojo o una constelación. “Estoy constantemente buscando cierto ánimo: un sentimiento de estar presente en el mundo, completamente expuesto a impresiones, emociones, y recuerdos. A falta de una palabra adecuada, tal vez podría describirse como una experiencia mística, una en la que el mundo está lleno de magia y libertad. Sin embargo, esta emoción es frágil y vulnerable, y a veces tiene una similitud con la nostalgia y la melancolía”, ofrece el artista nórdico, sin dejar de mencionar su especial afición por el filósofo franco-lituano Emmanuel Lévinas, “cuyas enseñanzas han tenido un gran impacto en mi sensibilidad y en el modo en el que me acerco al arte”.
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