Los ataques nucleares efectuados por Estados Unidos el 6 y el 9 de agosto de 1945 cambiaron el mundo para siempre. Esa bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, y días después una segunda sobre Nagasaki, desencadenaron en la rendición de Japón y pusieron punto final a la Segunda Guerra Mundial.
Ordenados por el entonces presidente estadounidense Harry S. Truman contra el Imperio del Japón, en el marco del conflicto bélico global que se desarrolló entre 1939 y 1945, estos ataques con armamento nuclear significaron la capitulación incondicional nipona (una de las potencias del Eje, que incluía a la Alemania Nazi y a la Italia fascista) sobre los Aliados (Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética).
Al cumplirse 77 años de los únicos bombardeos nucleares de la historia, varios países insisten en la actualidad con ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, aprobado en la ONU en 2017. Sin embargo, el acuerdo no fue firmado justamente por nueve naciones que poseen armas atómicas (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte).
¿Qué bomba se usó en Hiroshima?
“Little Boy”, niño pequeño, en español, fue el nombre utilizado para el dispositivo nuclear lanzado sobre Hiroshima.
El arma nuclear de uranio, de 4400 kilos y 3 metros de longitud por 71 centímetros de diámetro, contenía una potencia cercana a los 16 kilotones, equivalente a 16.000 toneladas de TNT.
Ese 6 de agosto de 1945 fue arrojada por el bombardero estadounidense Boeing B-29 Superfortress a las 8:15 desde 10.450 metros de altura, explotando a unos 600 metros sobre la ciudad japonesa.
¿Qué bomba se usó en Nagasaki?
“Fat Man” -hombre gordo, en español- fue el nombre con el que se bautizó a la bomba atómica arrojada en la ciudad de Nagasaki, tratándose del tercer dispositivo nuclear en ser detonado luego de la prueba Trinity y de “Little Boy”, esta última lanzada sobre Hiroshima.
De 3,25 metros de longitud y 1,52 de diámetro, “Fat Man” pesaba 4670 kilos y contenía 21 kilotones, equivalente a 21.000 toneladas de TNT (trinitrotolueno).
El 9 de agosto de 1945, el arma de implosión que utilizaba plutonio fue lanzada desde el B-29 Bockscar. La particularidad de la bomba fue que pese a contar con mayor potencia que la de “Little Boy”, los daños fueron menores debido a la topografía de la ciudad de Nagasaki.
Ciudades devastadas y cifras escalofriantes
Entre el mes de agosto y los últimos días de 1945, la bomba atómica lanzada el 6 de agosto de 1945 a las 8.15 en Hiroshima dejó 140.000 muertos y la que se arrojó el 9 de agosto a las 11.02 en Nagasaki causó 74.000 víctimas fatales.
Entre las víctimas, al menos un 20 por ciento fallecieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. Otras, murieron de leucemia y distintos cánceres vinculadas a la exposición por la radiación liberada por los dispositivos nucleares.
En décadas posteriores, sumaron 400.000 decesos más por problemas de salud relacionados con las bombas, de acuerdo con datos de la ONU.
Hiroshima y Nagasaki, hoy
En la actualidad, la situación en el oeste de Japón es muy distinta en ambas ciudades. El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, recordó en 2020 durante el 75° aniversario de los ataques, que los pronósticos que se hicieron ese 6 de agosto de 1945, afortunadamente no se cumplieron.
"Se rumoreaba en ese momento que nada crecería aquí durante 75 años. Sin embargo, Hiroshima se recuperó y se convirtió en un símbolo de la paz", explicó Matsui.
Por su parte, el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, hizo un “llamamiento a todos en todo el mundo”, ya que “hay innumerables maneras de involucrarse en el trabajo por la paz", en un mensaje dirigido al entonces primer ministro nipón, Shinzo Abe, para firmar y ratificar el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares.