Una sensación. Algo en el aire. Como despertarse en invierno con un sol suave en la cara. O salir del cine y rememorar durante días una película de un país lejano que nos gustó. Adrián Paoletti sonríe cuando se le comenta que no son pocos los que reconocen sentirse “levemente afectados” –las canciones como manera tenue de abstraerse del mundo– luego de escuchar Me gustaba más cuando me querías, su último disco. “Me dicen que es el mejor que hice hasta ahora. Y un poco empecé a creerlo”, señala con ese tono neutro y algo distante que no deja traslucir fácil las emociones, aunque las emociones efectivamente ahí estén; agazapadas en sus canciones apacibles o en ese hablar directo, sin máscaras. Como cuando describe su forma de componer: “Estoy en mi casa boludeando, viendo Better Call Saul o documentales de música, el de Pink Floyd o el de un rapero que se fue grabar a Jamaica, y no dejo de tener la birome ni la guitarra encima; sigo buscando progresiones de acordes o acomodando fragmentos de letras ya escritas. Así salen. Los días lluviosos ayudan mucho”.

Sereno y desacralizado como se lo escucha, Paoletti ostentó sin embargo desde sus inicios con Copiloto Pilato, banda de culto de los noventa, y sus primeros discos solistas (Paciencia, del ‘95; La ruta del árbol, ‘98), cierta aura involuntaria de poeta electro-folk en los márgenes del margen. Apreciado por sus pares alternativos (los Suárez, El Otro Yo, los Victoria Mil) y cierto periodismo de rock del momento (el Suple Sí, la revista Revolver), se lo veía más concentrado en hacer lo suyo, a su ritmo y a su forma, que en responder con obras definitivas o ambiciones explícitas (ser el nuevo solista promesa, por ejemplo) esas expectativas generadas. “Recuerdos esos días como de mucha inercia y espontaneidad. Yo era de la zona Sur y al principio más que nada era conocido por Copiloto Pilato, de ahí me querían. Fueron muchos, muchos años haciendo shows intensos aunque al final hayamos sacado un solo disco. Por eso cuando de repente me encontré tocando en El Observatorio, un lugar de aquella época, y que Ariel Minimal o Leo García, a quienes todavía no conocía, vinieran a decirme que les gustaba lo que hacía fue una sorpresa. Algo irreal. Porque hasta hacía poco yo había estado a punto de abandonar todo para dedicarme a la escritura. Y si no lo hice fue Gonzalo Córdoba, que me convenció de que gastara mis ahorros en sacar un disco en lugar de un libro”. 

Gonzalo Córdoba, guitarrista genio de Suárez y hermano del alma de Paoletti (el que más allá de todo siempre estuvo y confió en él) está por supuesto como invitado en Me gustaba más cuando me querías, el más suave y esperanzado de todos sus discos; el más romántico y sutil. “Este amor no tiene dueño, no tiene prisa, es un amor sin dirección. Lo puedo escuchar, me susurra al oído, me dice un nombre que no entiendo, luego se va”, canta por ejemplo en “Un amor sin corazón”, el tema que cierra el álbum y deja flotando un silencio que no es tal; de melodía que ya no está pero sigue resonando dentro nuestro. “Después de que salió Casa Rodante (el disco con el que volvió en 2011 luego de un parate de casi una década en la que se dedicó a terminar sus estudios de Abogacía) me separé de la madre de mi hijo. Era mi esposa y lo sigue siendo porque aún no nos divorciamos. Adriana. Quince años estuvimos juntos. Luego de eso inicié una relación con Pilar, que duró dos años pero también terminó. Entonces aparecieron todas estas canciones que hablaban del amor y en un momento pensé en grabarlas a la manera de Johnny Cash, sólo con una acústica. Pero era demasiado bajón. Y habiendo encontrado una banda como Los Impares no quise desaprovecharla”.

Los Impares –todos coinciden– es lo mejor que le pasó a nivel musical en el último tiempo. Trío formado por Daniel Borrelli Azara en bajo, Nahuel Seranián en batería y él mismo en guitarra y voz, se amoldó de manera tan natural a su interpretación que la sensación es que desde siempre estuvieron ahí. Y algo de eso hay. “Con Dani y Nahuel pasa que se conocen desde la primaria y tocaron juntos en varias bandas. Entonces son como hermanos además de que encima son muy seguidores de mis canciones, muy fans. A veces me pasa que los veo dándose indicaciones entre ellos. Y me río porque no sólo no me toman en cuenta sino que lo que deciden siempre está bien”, detalla. Y cuenta que todas las semanas los convoca a lo que da en llamar “ensayos gastronómicos”: “Nos juntamos en casa y, después de tocar, comemos, bebemos y charlamos. No había forma de que quedaran afuera del disco. El proyecto de disco acústico quedó entonces para otro momento”. 

Como un Gulliver caminando entre un bosque de mil hojas, la portada en blanco y negro de Me gustaba más cuando me querías (obra conjunta de su adolescente hijo Dante, autor de las ilustraciones del librito, y de su ex novia Pilar Benítez Vibart, responsable de la foto luego intervenida además de directora de sus últimos videos) ubica a Paoletti en lugar de melancolía esperanzada. Un país de canciones con mucho aire y brisa (se destaca la segunda voz de Mailén Gayoso, otra seguidora de su obra que se suma en vivo a Los Impares) y con aventuras del corazón por vivir aún. “Siempre me gustó la literatura juvenil”, sostiene contento cuando se le menciona la posible referencia a Jonathan Swift en la tapa; autor que casualmente volvió a leer hace poco. “Tengo el recuerdo de estar junto a mi madre a los nueve años y que me leyera antes de dormir todo esos libros de tapa dura, con ilustraciones y grandes personajes aventureros: Robin Hood, Guillermo Tell, Ben- Hur, Un capitán de quince años, El Príncipe Valiente. Y Gulliver era de mis favoritos”. 

Ahora con Dante, que luego de algunos cabildeos terminó en pocas tardes los dibujos que acompañan cada canción del librito (“Le gustó participar, pero mucho más le gustó cuando cerramos el trato económico”), Paoletti intenta hacer lo mismo que hacía su madre con él. Aunque con otras lecturas y autores. “Le gusta mucho la saga de Los Gatos Guerreros de Eric Hunter. Y cuando sale alguna película tipo Los Guardianes de la Galaxia las vamos a ver juntos. A mí me encantan, así que aprovecho. Somos de hablar bastante con él. Bueno, ahora que es adolescente no tanto. Pero siempre tuvimos mucha confianza. Cuando me separé, él tenía nueve y fue algo que conversamos. De hecho cada tanto surge el tema y lo charlamos. Nunca fue tabú”. Como tampoco no hay nada que lo sea en Me gustaba más cuando me querías: una ambición diáfana que respira hondo y mira al cielo.

Paoletti y Los Impares junto a Srta Trueno Negro y Francisco Villa se estarán presentando este viernes 23 en Espacio Dínamo (Sarmiento 3096). A las 22.