Desde Bogotá
La ciudad capital de Colombia, que ha cumplido 484 años el sábado, por primera vez en su historia llena la Plaza de Bolívar con el pueblo participando de la investidura del nuevo presidente, Gustavo Petro. Este domingo, en horas previas a la toma de posesión, Petro recibió al Presidente Alberto Fernández en la Casa Privada del Palacio de San Carlos, donde residió el libertador Simón Bolívar. Fernández le dio el respaldo permanente de la Argentina para el gran desafío que tiene el nuevo mandatario de lograr una paz total, con todos los actores del conflicto armado.
Fernández valoró la decisión de Petro de retomar el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y transmitió la disposición de la Argentina para acompañar el proceso hacia un fin de la violencia, tras seis décadas de guerra. “Hemos seguido con atención las propuestas y lineamientos de alcanzar una paz total, tanto durante la campaña electoral como luego del triunfo. Estamos decididos a continuar y reforzar el compromiso y apoyo argentino con la paz en Colombia”, expresó el Presidente.
En esa línea subrayó un aspecto concreto del proceso. "Vamos a mantener nuestra presencia en la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en la República de Colombia (UNMVC), que integramos desde sus inicios”.
Y es que la Comisión de la Verdad colombiana presentó el viernes pasado el Informe Final en el Centro Cultural de la Memoria "Haroldo Conti", de la ExEsma. Una muestra de cómo se relacionan los organismos de derechos humanos de los países vecinos en la búsqueda de reparación.
Asimismo Fernández, quien preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), le comunicó al nuevo presidente colombiano el interés de “dialogar e identificar intereses comunes para lograr proyectos que integren el próximo Programa de Cooperación”. Es decir, “una hoja de ruta que refleje los intereses de trabajo conjunto”.
El Presidente destacó el importante potencial para ampliar y diversificar la relación económica y bilateral, “en sectores como el alimenticio, automotriz, maquinaria agrícola y la industria farmacéutica, como así también en lo que respecta a industrias culturales y servicios”. Y más: la cuestión del cambio climático y las energías renovables, una de las promesas de agenda verde del gobierno entrante de Colombia.
Fernández y Petro coincidieron en que América latina tiene que coordinarse para fortalecer organismos como la CELAC, así como acercar a Colombia al Mercosur, en tiempos de turbulencias económicas a nivel global. Ambos conversaron sobre los impactos de la guerra en Ucrania y la pandemia en la crisis de la región.
Durante décadas, Colombia estuvo gobernada por una derecha que mantuvo una política exterior fuertemente alineada con Estados Unidos. El país del Norte financió por años el Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico y la insurgencia. Tras los acuerdos de paz de La Habana, Washington dio un respaldo a Bogotá bajo el nombre Paz Colombia.
Es en este nuevo contexto que se abre con la investidura de Petro que Fernández se mostró esperanzado. “Necesitamos una Colombia activa en el camino de integración latinoamericana”. Y seguramente el restablecimiento de relaciones entre Colombia y Venezuela forme parte del camino, tras años de distanciamiento de dos países que comparten 2200 kilómetros de frontera.
Fernández invitó al nuevo mandatario colombiano a realizar una visita oficial a la Argentina en los próximos meses. Para octubre está prevista una reunión de cancilleres de la CELAC y para diciembre una cumbre de presidentes.
Del encuentro en el Palacio de San Carlos participaron por Argentina el canciller Santiago Cafiero y el embajador Gustavo Dzugala. Por Colombia estuvieron presentes el flamante canciller, Alvaro Leyva Durán; y su vice Francisco Coy.
El sábado, Fernández mantuvo reuniones bilaterales con sus pares de Honduras, Xiomara Castro, y de Bolivia, Luis Arce. Además, participó de un encuentro con el Grupo de Puebla, al que asistieron la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff; y los expresidentes de Colombia, Ernesto Samper, y de Paraguay, Fernando Lugo. A la nueva oleada progresista de la región hoy se suma Colombia.