La peor noticia, San Lorenzo la recibió no bien se enteró de que Estudiantes asumiría el partido con el equipo más alternativo que le era posible: de los titulares que jugaron el jueves por la Copa Libertadores en Brasil ante Atlético Paranaense, sólo repitió uno: Luciano Lollo. El resto, se quedó en el banco a la espera del desquite del jueves en La Plata. De esta manera, el peso del juego recayó sobre las menguadas espaldas azulgranas. Y eso no es lo mejor para este momento del equipo que dirige Rubén Insúa.
A San Lorenzo se le notó una vez más todo lo que le falta en armado de juego y profundidad. Estuvo más cerca de la victoria porque tuvo las pocas llegadas de un partido cerrado, luchado y trabado. Pero la multitud que llegó al estadio Pedro Bidegain volvió a irse decepcionada: el 0 a 0 final fue el octavo empate en doce fechas y de catorce encuentros jugados como local en lo que va del año, solo le ganó a Boca. De cara a las copas del año que viene está a seis puntos (32 a 38) de Huracán, el último que está ingresando a la Sudamericana. Ese es el único objetivo posible: pensar en el campeonato, es una quimera inalcanzable para el Ciclón. Aunque esté a ocho puntos de Atlético Tucumán. Y queden 45 por disputar.
El despliegue de Fernández Mercau y de Barrios por la izquierda fue la principal carta de triunfo de San Lorenzo. Y eso alcanzó para superar a Estudiantes durante los primeros 20 minutos del primer tiempo y casi todo el segundo. Pero no para ganar. Un tiro de Cerutti que dio en el palo izquierdo, una volea de Elías que se fue por encima del travesaño, dos tiros de Martegani y Cerutti desde afuera y un cabezazo de Martegani desde muy cerca que Pourtau, el arquero de Estudiantes, supo manotear con justeza representaron las escasas situaciones que se pudieron crear. Por lo general, el dominio se esterilizó en el último pase. Faltó claridad para darle mejor cierre a las jugadas. Y para desacomodar la poblada línea de cinco con la que Estudiantes se defendió durante toda la tarde.
Ni siquiera alcanzaron los ingresos de Martegani, Vombergar y Leguizamón por Maroni, Bareiro y Barrios para solucionar los problemas creativos de San Lorenzo que a esta altura del torneo, ya parecen insalvables. Sus hinchas, mucho mas calmos desde que se puso fecha a las elecciones para el próximo 17 de diciembre, reconocen que Insúa acomodó un equipo que venía a los tumbos y que ya lleva seis fechas sin perder. Pero saben que no se puede pretender más que esto.
Estudiantes cumplió al pie de la letra los planes de Zielinski. El partido fue un pretexto para llegar intacto a la revancha del jueves con Paranaense y así lo encaró. Con tan poca convicción ofensiva que no se arrimó nunca al área de San Lorenzo. Rollheiser en el primer tiempo y Zapiola en el segundo fueron los únicos que se atrevieron a jugar. El resto, solo quiso luchar. Y así, luchando construyó un 0 a 0 que, al igual que a San Lorenzo, lo dejó con las manos vacías.