Luego de varios días de negociaciones, el ministro de Economía Sergio Massa finalmente confirmó la salida del secretario de Energía, Darío Martínez, quien será reemplazado por la salteña Flavia Royón, quien se venía desempeñándose como secretaria de Minería en la provincia de Salta, donde gobierna Gustavo Sáenz, aliado de Massa. Como parte de la reorganización del área también dio un paso al costado el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, un hombre de La Cámpora que adquirió notoriedad el año pasado cuando se enfrentó al entonces ministro Martín Guzmán. Su lugar lo ocupará el actual vicepresidente de CAMMESA Santiago Yanotti, quien responde al jefe de Gabinete Juan Manzur. De este modo, Massa toma el control de Energía justo en el momento en el que el gobierno decidió avanzar con una quita de subsidios sustancialmente mayor a la anunciada inicialmente.
Martínez y Basualdo eran los dos hombres fuertes de la secretaría, pero no son los únicos desplazados. También deja su cargo la subsecretaria de Hidrocarburos, Maggie Videla Oporto. En ese lugar asumirá Federico Bernal, actual interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) que la semana pasada había sido mencionado por fuentes oficiales y privadas como uno de los candidatos a reemplazar a Martínez. La designación de Bernal, quien responde a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, muestra que, pese a las salidas de Martínez y Basualdo, el kirchnerismo no se retira del área.
El otro cambio que se anunció este domingo es que en la subsecretaría de Planeamiento Energético asumirá Cecilia Garibotti. Esa era la única subsecretaría que controlaba Martín Guzmán a través de Santiago López Osornio. Cuando renunció, Manzur avanzó sobre ese casillero y nombró a Gonzalo Soriano, quien acompañó a Martínez y Yanotti en el anuncio de la puesta en marcha de la segmentación y ahora dejará ese casillero.
Massa solo confirmó esos cambios. Por lo tanto, hasta este domingo a la noche no estaba claro si el gerente general de Cammesa, Sebastián Bonetto; el titular de Enarsa, Agustín Gerez; y la interventora del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), María Soledad Manin seguirán en sus puestos. Los tres responden a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. También falta precisar quién reemplazará a Bernal al frente de Enargas.
Un área de conflictos
La secretaría de Energía estuvo atravesada por múltiples internas políticas desde la asunción de Alberto Fernández en diciembre de 2019. El primer secretario del área fue Sergio Lanziani, pero nunca terminó de hacer pie y en los hechos la secretaría estuvo conducida por esos días por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien mantuvo múltiples enfrentamientos con Bernal y con Basualdo por la política tarifaria hasta que en agosto de 2020 Darío Martínez reemplazó a Lanziani y Energía pasó a depender de Economía.
A partir de entonces la disputa por las tarifas comenzó a ser entre Guzmán y los hombres de la vicepresidenta, encabezados por Basualdo. A fines de abril de 2021, la tensión se hizo pública cuando Guzmán filtró que había desplazado a Basualdo por incompetente, pero el subsecretario desconoció la autoridad del ministro y se mantuvo en el cargo. Las peleas continuaron prácticamente sin interrupción hasta que Guzmán renunció el pasado 2 de julio.
Pese a haber dejado el cargo del ministro, Alberto Fernández ordenó seguir adelante con la política de segmentación tarifaria que venía impulsando Guzmán y se consensuó al interior del Frente de Todos avanzar con la quita gradual de subsidios para los usuarios de mayores recursos.
La quita de subsidios
El anuncio inicial fue que se le comenzaría a aplicar la tarifa plena al 10 por ciento más rico de la población. Sin embargo, el tope de ingresos que se fijó (3,5 canastas básicas por hogar equivalente a 364 mil pesos en junio) dejó afuera de los subsidios a una porción mayor de la población. Massa aseguró que hasta el miércoles se habían anotado en el registro unos 9 millones de usuarios y otros 4 millones iban a comenzar a pagar la tarifa plena. Eso significa que los que perderán los subsidios no son solo el 10% de los usuarios sino al menos el 30 por ciento.
A su vez, Massa adelantó que se aplicarán topes de consumo para los subsidios que serán transversales a todos los usuarios. En el caso de la electricidad se subsidiará hasta 400 kwh por mes y el resto del consumo se facturará al precio pleno. En gas se va a aplicar una medida similar, aunque todavía no difundieron cual será el tope de consumo subsidiado.
De este modo, el recorte inicial de subsidios terminará siendo sustancialmente mayor, lo que generó tensiones al interior del Frente de Todos. A comienzos de año, los funcionarios cristinistas se negaban a convalidar cualquier tipo de aumento superior al 20 por ciento. Guzmán logró luego que los sectores de ingresos medios y altos pasarán a pagar un aumento del 40 por ciento y dijo que se avanzaría con la quita de todo subsidio para los más ricos. Ahora, en cambio, se le quitarán todos los subsidios al 30 por ciento de la población y dentro del otro 70 por ciento habrá muchos que tendrán aumentos mayores a los previstos por la aplicación de topes subsidiados de consumo.