Las reservas internacionales del Banco Central siguen siendo uno de los principales factores de incertidumbre financiera. La entidad volvió a vender este lunes 84 millones de dólares, debido a la demanda de divisas para energía, que se ubicó en 110 millones de dólares en la jornada. En lo que va de agosto las ventas de reservas se acercan a los 800 millones. El blue cerró a 292 pesos, mientras que el contado con liquidación lo hizo a 283 pesos.

Las presiones sobre el mercado cambiario sin embargo no influyeron al inicio de esta semana sobre el precio de los activos bursátiles. Los bonos soberanos en moneda extranjera subieron hasta 2,5 por ciento, y el riesgo país registró una baja de 1,4 por ciento en la jornada, para cerrar en 2364 unidades. Las acciones de la bolsa porteña también terminaron con importantes rebotes. Algunas empresas como la petrolera YPF avanzaron a un ritmo del 6 por ciento. Las subas se replicaron entre las acciones argentinas que cotizan en Nueva York, en particular para las empresas vinculadas al negocio de la energía.

Los cambios de funcionarios en el área de energía son uno de los elementos que el mercado leyó como señal de compra. Esto se debe a que los analistas esperan que se avance en un incremento de las tarifas mayor de lo esperado, siendo uno de los puntos con los que se buscará la consolidación fiscal. Por el momento la incertidumbre se mantiene sobre quién ocupará el cargo de viceministro de economía, luego de idas y vueltas con Rubinstein. También generó un golpe de efecto la publicación de las estimaciones de las consultoras a finales de la semana pasada en el relevamiento de expectativas del Banco Central.

En ese informe se indicó que la inflación para finales de este año ascendería al 90 por ciento. En parte esta revisión de expectativas se explica por la suba de las cotizaciones financieras del dólar y del blue, a partir de mediados de junio, cuando ocurrió una fuerte corrida contra la deuda en pesos. Los meses de julio y agosto serían los de mayor inflación del año. Algunas estimaciones ubican el alza de precios entre 7 y 8 por ciento mensual para este período, en el que hubo importantes remarcaciones desde alimentos hasta textiles y electrónica de consumo, al mismo tiempo que algunos comercios no entregaron mercadería por motivos especulativos o defensivos.

Desde el equipo económico dejaron trascender que la principal forma de enfrentar la aceleración de los precios será recuperar dólares en las reservas del Banco Central. Esta lectura de los directores de esa entidad también aparece en el discurso del nuevo ministro de Economía Sergio Massa, quien entre sus primeros anuncios aseguró que buscaría conseguir más de 5000 millones de dólares para las reservas en los primeros 60 días de gestión. Estos fondos entrarían a través de distintos canales. Los complejos exportadores acelerarían sus ventas, principalmente el agro, luego de recibir nuevos incentivos (el régimen de promoción de exportaciones anunciado a finales de julio por ahora fue desacreditado entre los productores). También la entrada de nuevas divisas se apoyaría en préstamos de organismos internacionales, repos y fondos soberanos de países de Medio Oriente. Estas opciones, no obstante, por el momento son simplemente eso: “opciones”. Para el mercado los montos buscados son elevados, y aseguran que es necesario “esperar a que realmente entren para creerlo”.