La recusación presentada por la defensa de Cristina Kirchner le dedica un párrafo especial a la presencia en el equipo de fútbol, que usa la camiseta del Liverpool, del integrante de la Cámara Federal, Mariano Llorens. El magistrado aparecía en la página de Facebook con algunos posteos, pero hasta este lunes no se conocía ninguna foto de su participación en este "Liverpool". En la toma que se publica en esta edición, Llorens es quien está vestido de arquero y a la izquierda se ubica, abrazado, el fiscal Diego Luciani, los dos con la vestimenta del equipo, la misma que usaron en la quinta de Mauricio Macri. No está claro si la foto es en Los Abrojos o en el campeonato Atalaya de San Isidro, lo que está claro es que ambos son parte del mismo equipo en el fútbol y, aunque traten de disimularlo, también en la justicia.
Carlos Beraldi y Rubén Llernovoy, los abogados de CFK, señalan en su escrito de recusación que “Llorens ratificó varios procedimientos contra la doctora Kirchner, rechazó todos los planteos efectuados por su defensa, negó la existencia de una organización ilegal de inteligencia montada desde la cúspide del gobierno encabezado por Mauricio Macri y, por si ello no bastara, también visitaba a Macri en la Casa de Gobierno.
Como último acontecimiento y en esta misma línea, el Juez Llorens, hace pocas semanas, sin competencia funcional y de manera totalmente ilegal, se permitió dar directivas sobre cómo debía ser juzgada la doctora Cristina Fernández de Kirchner, hablando de la existencia de un único designio criminal entre los hechos que se investigan en la causa conocida como Ruta del Dinero (en la cual nuestra representada ni siquiera está procesada), el proceso que se lleva a cabo ante este Tribunal y las causas Los Sauces y Hotesur, en la cual se encuentra sobreseída”. Aunque es arquero, juega en los dos costados de la cancha. Defiende a Macri de las acusaciones y va a la ofensiva en las imputaciones contra quienes se opusieron --y se oponen-- al macrismo.
La conclusión de los letrados parece cantada. “En suma, dicho con todo respeto --escriben los letrados--, no cabe duda que a los ojos de quienes resultan ser los adversarios políticos de nuestra representada, todos estos jugadores integran un verdadero equipo de primera; sin embargo, para el resto de la sociedad, su participación en un recto servicio de administración de justicia deviene incomprensible".