El Día Internacional de los Pueblos Indígenas se celebra cada 9 de agosto en conmemoración de la primera reunión del Grupo de trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre esta población en 1992. La efeméride quedó establecida en 1994, cuando en Asamblea se decidió que este día se celebrara cada año para dar visibilidad a las comunidades mundiales y renovar el compromiso con ellas.
En la actualidad, las comunidades originarias se encuentran entre los más vulnerables y perjudicadas del mundo. La comunidad internacional reconoce que se necesitan medidas especiales para proteger sus derechos y mantener sus tradiciones, su legado y su forma de vida.
Según datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existen alrededor de 476 millones de indígenas viviendo a lo largo de 90 países, lo que representa un poco más del 5% de la población mundial.
La agenda de la ONU
Cada año la ONU establece una agenda para profundizar sobre la vida de los indígenas en el mundo. Este año, la misma hace foco en el papel de las mujeres en la preservación y transmisión del conocimiento tradicional.
En este sentido, un informe del organismo internacional señala que las mujeres tienen un importante papel en la transmisión del conocimiento de los pueblos indígenas y las prácticas tradicionales: con su rol colectivo sobre todos los aspectos de la vida de la comunidad, cuidan los recursos naturales, defienden las tierras y reivindican los derechos de las comunidades indígenas en todo el mundo.
Pero reconocen que aún se debe actuar en materia de discriminación y fortalecer el rol de la mujer en materia de representación. Es que las mujeres y niñas tienen menos acceso a servicios y oportunidades esenciales, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva como la anticoncepción y la atención médica materna. Además, se las suele excluir de la toma de decisiones, no solo en las decisiones políticas a nivel local, nacional e internacional, sino también en lo que respecta a las decisiones sobre sus propios cuerpos, vidas y familias.
La ONU destaca también la necesidad de mejorar el sistema sanitario para las mujeres y niñas indígenas, ya que las estadísticas indican que fallecen durante el embarazo y el parto con mayor frecuencia que las demás mujeres, y enfrentan mayores riesgos de violencia y prácticas dañinas, incluida la violencia sexual durante conflictos armados y la explotación laboral.
Además, indica que se deben fijar estrategias para avanzar en la igualdad y la seguridad sanitaria de las mujeres de la comunidad, respetando su autonomía corporal, fortaleciendo su liderazgo e impulsando la igualdad en sus comunidades.