El gobierno porteño le quitará la ayuda social a las familias de bajos recursos que no envíen a sus hijes a la escuela. La medida que castiga exclusivamente a los sectores más desprotegidos fue anunciada por Horacio Rodríguez Larreta con el argumento de que a través de ella se revertirá el alto nivel de inasistencia escolar, e incluye cambios en el sistema de regularidad de les estudiantes.
“Quienes no manden a sus hijos a la escuela van a dejar de percibir el adicional por hijo del programa Ciudadanía Porteña”, anunció el jefe de gobierno que eligió a la educación como el caballito de batalla de su candidatura para las presidenciales del próximo año.
De manera que, a partir de ahora, quienes no envíen a sus chiques a la escuela dejarán de recibir ese dinero para comer lo poco que puedan comprar con ese plan social, mediante el cual el gobierno de la Ciudad transfiere solo 11 mil pesos a 40 mil familias en situación de pobreza e indigencia.
Ese dinero es depositado en cuentas que cada familia administra a través de una tarjeta con la que solo puede comprar alimentos, artículos de limpieza y útiles escolares.
"Vamos a hacer un cambio en la política social"
“Tenemos 23.686 chicos que tienen que ir todos los días a la escuela para que los padres cobren ese adicional”, intimidó Rodríguez Larreta durante la conferencia en la que anunció esa medida coercitiva, acompañado por su ministra de Educación, Soledad Acuña.
En ese convite, el jefe comunal desafió al Ministerio de Educación de la Nación a tomar una medida restrictiva de ese calibre. “Convoco al gobierno nacional a que lo analice y tome una medida como esta”, dijo y añadió que “esto está previsto en los planes como contraprestación”.
Según indicó, este “cambio en la política social” en la Ciudad de Buenos Aires se aplicará a partir del próximo mes y se están “haciendo los cruces de datos” para detectar quienes incumplen con la contraprestación de enviar a sus hijxs a estudiar como condición de recibir un plan social.
De esta manera, el Ministerio de Educación porteño va a monitorear la situación de cada escuela y el de Desarrollo Humano se va a contactar con cada familia para saber el porqué de las inasistencias. “Si después de esto la situación no cambia, se va dar de baja el componente adicional. Y si a los seis meses el chico tampoco se reincorpora, se le va a dar de baja la totalidad del plan”, sentenció.
“A partir de septiembre vamos a notificar a las familias que tengan irregularidades en la asistencia de sus hijos. A ese proceso lo vamos a repetir cada tres meses”, explicó el mandatario porteño. “Vamos a seguir de cerca la obligación que tienen los padres de llevar a los chicos a la escuela”, insistió.
La nueva definición de "alumno regular"
Para poder concretar este castigo que recaerá solamente en los sectores más postergados, Rodríguez Larreta y Acuña modificaron el sistema de regularidad de les estudiantes.
“Hasta hoy, ser ‘alumno regular’ significaba solo estar inscripto (en una institución educativa). Ahora, los chicos tendrán que cumplir una asistencia mínima del 85 por ciento en cada bimestre”, explicó el mandatario porteño.
Esto supone que les estudiantes que tengan más de 25 faltas por año perderán su condición de alumne regular. Y si no revierte esa condición, no solo quedará afuera del sistema educativo sino que también su familia no recibirá una ayuda social para sobrevivir.
La evaluación de regularidad se hará cada dos meses. “No vamos a esperar a fin de año” para saber si el tope de faltas se cumplió o no, agregó Larreta.
Los motivos de Larreta y Acuña
Según dijo, los motivos por los cuales se decidió aplicar este dispositivo de intimidación se sustentan en un estudio que reveló que el 30 por ciento de les alumnes de la ciudad tuvo más de cinco faltas en el último mes. “Incluso hay chicos que asisten a clases solo tres de los cinco días de la semana”, agregó.
Luego habló de un “proceso de declive de la educación” y recurrió al ejemplo de la suspensión de clases durante la pandemia como si hubiera sido un fenómeno exclusivo de la Argentina. “Todo este problema quedó demostrado en las evaluaciones” de rendimiento que dan cuenta de lo que él llama “una gravedad nacional” en materia educativa.