El 40 por ciento de los pacientes con viruela del mono en España sufrió complicaciones que necesitaron atención médica específica. El dato surgió de un estudio llevado adelante por dos centros de salud, uno de Barcelona y otro de Madrid y fue publicado en la revista científica The Lancet.
Puntualmente, un 25% de los pacientes tuvo dolores asociados a la proctitis -complicaciones en el aparato intestinal y el recto-, un 11% dolores en las amígdalas y un 8% edemas en el pene. Además, todos tenían las típicas lesiones en la piel y los primeros síntomas aparecieron a los 7 días del contacto.
Otra particularidad que surgió a partir del estudio científico fue que los profesionales de la salud encontraron una mayor carga viral en los hisopados realizados en las lesiones cutáneas que en los realizados en faringe. Este dato continuará en estudio para saber si la transmisión por vía aérea es posible.
Viruela del mono en Argentina
El Ministerio de Salud de la Nación informó este sábado que, hasta el momento, Argentina tiene 38 casos de la viruela del mono. Del total de los casos confirmados, un 70% se enfermó fuera del país, precisaron las autoridades. Además, el 100% de las personas enfermas fueron hombres con un promedio de edad de 36 años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) activó recientemente su máximo nivel de alerta sanitaria. El organismo sanitario internacional la definió a la viruela del mono como una enfermedad zoonótica que produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, aunque menos graves.
Los primeros casos humanos se identificaron en la República Democrática del Congo en 1970. El número de casos en países de África occidental y central aumentó durante la última década.
Los contagios y la estigmatización
Desde el surgimiento de los primeros casos en mayo de este año, la enfermedad fue asociada a prácticas sexuales del colectivo LGBTIQ+ por la OMS.
Para evitar el estigma hacia un sector poblacional, como ocurrió con el VIH en los ochentas, la comunidad médica aclaró que la viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual y su propagación a través del acto sexual obedece al contacto con sarpullido, fluidos corporales y/o gotas respiratorias grandes.