En Puerto Madryn las autoridades buscan contener "posibles derrames de contaminantes" del barco pesquero de la llamada "flota colorada" dedicada a la pesca de langostinos que se hundió en el muelle Almirante Storni el viernes, sin reporte de víctimas.
"Desde un primer momento se aplicaron los dispositivos de seguridad en cuanto a barrera de contención de derrames, residuos o elementos que flotan en la embarcación, lo que se hizo ni bien la embarcación se terminó de hundir", detalló el presidente de la Administración Portuaria de Puerto Madryn, Enrique Calvo.
El funcionario explicó que se retiró "la mayor cantidad de elementos que flotaban, como redes, recipientes, bolsas, artes de pesca", y "se cambiaron mangueras que iban absorbiendo el gasoil liviano que flota en la superficie".
El hundimiento se produjo el viernes, algo que alertó a las organizaciones ambientales por los posibles efectos contaminantes en plena temporada de ballena Franca Austral. El buque que se escoró y se terminó hundiendo está emplazado en el Golfo Nuevo, sobre la cara sur de Península Valdés, una zona habitada por cetáceos con sus crías, entre otras especies, indicaron los expertos.
Ese golfo interior se encuentra por estos días con la población de la especie ballena Franca Austral (Eubalaena australis) en su plenitud, ejemplares que todos los años arriban a la zona para cumplir con su ciclo vital de cópula, parición y adiestramiento de los ballenatos.
"Desde el mismo viernes que se produjo el incidente se comenzó con las tareas de contención de los líquidos contaminantes", afirmó Calvo, aunque no pudo precisar cuánto combustible tenían los tanques, cuya capacidad es de 150.000 litros de gas oil y que, indicaron las autoridades, supuestamente no estaban llenos.
El barco pesquero "Pescaren IV" se hundió en el sitio 4 del muelle Storni tras recostarse primero sobre su banda de estribor (derecha) presuntamente por desequilibrio de pesos, ya que el escoramiento de 90° se produjo en momentos que se procedía a la descarga de la última marea, de 29 días en altamar.
El presidente de la administración portuaria destacó la "inmediata intervención" que "entre otras cosas incluyó la succión de agua de mar en la que flotaba combustible y la colocación de una malla de contención alrededor del casco".
El temor por su impacto ambiental
El temor del impacto ambiental que advirtieron los conservacionistas es porque se trata de un barco de 64.06 metros de eslora (largo) por 12.07 de manga (ancho).
La empresa Pescargen S.A., propietaria de la embarcación botada en 1974, aseguró en un comunicado que "gracias al rápido accionar de la administración portuaria y la prefectura, todo residuo sólido y líquido ya se encuentra contenido y monitoreado, evitando cualquier impacto ambiental".
"Desde Pescargen, lamentamos profundamente lo sucedido, valorando que el daño causado por este hecho aislado fue meramente material, salvaguardando primero la seguridad de los trabajadores y el medio ambiente", agregó la firma.
La empresa no precisó cuánto llevará poner al barco en su posición vertical y volverlo a flote, aunque algunos especialistas estimaron que la maniobra podría demorar hasta 4 meses, porque primero debe aprobarse un plan de reflotamiento presentado por la empresa armadora y aprobado por prefectura.
En el sitio donde se hundió la embarcación la profundidad es de 11 metros.