Luego de haber sido entrevistada por las máximas autoridades de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la dirigente Milagro Sala recibió la visita de Baltasar Garzón. El ex juez español se manifestó “preocupado por el estado de salud” de la líder de la Tupac Amaru y consideró que la prisión preventiva en su contra “es neta, absoluta y exclusivamente política”.
Al salir del penal jujeño de Alto Comedero, donde la dirigente está presa desde enero de 2015, Garzón contó que conversaron “sobre diversos temas” aunque aclaró que hubo reservas a la hora de hablar de la visita de la CIDH, debido al carácter “confidencial” de ese encuentro.
Garzón dijo que la vio “firme en sus posiciones” políticas y a modo de evaluación sostuvo que la conclusión de esa charla, en la que se puso al tanto de la situación de Sala, es la debilidad de los argumentos que la sostienen en esa condición. “La prisión preventiva que sufre no tiene ninguna justificación de acuerdo con estándares nacionales e internacionales de derechos humanos”, aseguró.
Durante una entrevista con La García, el ex magistrado que impulsó en su país la investigaciones de los crímenes de lesa humanidad del franquismo, explicó que el dictado de una prisión preventiva “nunca puede ser a modo de adelanto de pena ni para mantener en silencio a una persona”, tal como lo que ocurre con la líder de la Tupac.
En su opinión, el hecho de que Sala permanezca en esa condición desde hace ya un año y medio “deteriora el estado de derecho y el sistema democrático” argentino. De hecho, agregó el jurista, "ella que es una mujer firme en la lucha política tiene una tristeza muy grave por los pasos atrás que se están dando en los valores democráticos y en defensa de los derechos humanos” en el país, sostuvo.
Por este motivo, recomendó a las autoridades judiciales de Jujuy “hacer una profunda reflexión, a ejercer realmente la independencia y hacer una valoración (del caso) para hacer cesar esta injusta situación”.
Baltasar Garzón llegó hasta el penal jujeño acompañado por el diputado del Peronismo para la Victoria (Movimiento Evita) Remo Carlotto, quien ratificó el compromiso “de trabajar en la Argentina y en la comunidad internacional para que se consiga la libertad” de la dirigente social detenida por causas impulsadas por Gerardo Morales, gobernador radical y principal aliado político del gobierno nacional en el norte.
“La Argentina es un país menos democrático desde el día que está detenida Milagro y el resto de los presos políticos”, definió Carlotto, quien al igual que Garzón se entrevistó por segunda vez con Sala.
Esta visita tuvo un condimento especial. Fueron también de la partida el rector de la Universidad de Tierra del Fuego, Juan Castelucci, y su par de la Universidad de Lanús, Ana Jaramillo. En el penal, la rectora le entregó a Sala el título de Profesora Honoraria de esa casa de altos estudios.
“Fue muy emotivo cuando juró. Se emocionó. Nos abrazamos”, relató. El compromiso al que llegaron fue que “cuando quede en libertad vaya a dar una clase (a Lanús), fundamentalmente para la carrera de Justicia y Derechos Humanos”, dijo Jaramillo.
Varias de las militantes de la Tupac Amaru presas en ese mismo penal por causas similares estuvieron en esa ceremonia y también conversaron con Garzón. “Todas han mostrado la firmeza del debate y del planteamiento político. Las he visto combativas como corresponde a quienes defienden a los más vulnerables”, elogió el ex juez.