Las autoridades francesas dieron inicio este martes a un dramático operativo para rescatar a una ballena beluga que hace una semana apareció varada en el río Sena. El cetáceo de cuatro metros de largo parece estar enfermo y el paso del tiempo no colabora, ya que esta especie no puede sobrevivir mucho tiempo en agua dulce.
La ballena se encuentra actualmente a unos 130 kilómetros tierra adentro del Canal de la Mancha, en Saint-Pierre-La-Garenne, en Normandía. El animal está atrapado entre dos compartimientos, a unos 80 kilómetros al norte de la capital francesa.
Este martes, un equipo integrado por 24 buzos realizaba el último intento para llevar a la ballena al océano: "Hoy se llevará a cabo una operación importante y compleja que no está exenta de riesgos, pero que es indispensable para la beluga", señaló la ONG que participa en el rescate, Sea Shepherd en una publicación en su página de Facebook.
"La operación consistirá en transportar a la beluga, que se encuentra a 150 km del mar, a una cuenca de agua salada, mejor adaptada a su fisiología, para que pueda recibir tratamiento y seguimiento médico", explicaron los referentes de Sea Shepherd.
El procedimiento es complejo y es probable que el viaje estrese aún más al animal que pesa 800 kilogramos. En este sentido, la ONG aclaró que la sedación no era una opción, ya que las belugas necesitan estar despiertas para inhalar aire.
Para llevar adelante el proceso, se pidieron donaciones de cuerdas resistentes, redes, colchones y otros equipos.
La situación es por demás complicada, por el riesgo del procedimiento y las pocas esperanzas de vida de la ballena que no quiere alimentarse, por lo que los veterinarios debieron inyectarle esteroides y antibióticos para su subsistencia.
"Su falta de apetito es casi seguro un síntoma de otra cosa, algo que no conocemos, una enfermedad", dijo Lamya Essemlali, presidente de Sea Shepherd Francia. "Está desnutrida y probablemente lo haya estado durante varias semanas, o incluso meses. Dejó de comer mientras aún estaba en el mar".
Los rescatistas indicaron que la ballena todavía muestra curiosidad por la actividad a su alrededor y se mueve, lo que motivó realizar el último intento de rescate.