Un tribunal de apelaciones autorizó este martes a un comité de la Cámara Baja de Estados Unidos acceder a las declaraciones de impuestos del expresidente del país Donald Trump (2017-2021).
La Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, en el que se encuentra la ciudad de Washington, desestimó el alegato de la defensa de Trump, que sostenía que, según los estatutos, cuando un comité del Congreso solicita las declaraciones de impuestos debe tener "un propósito legislativo legítimo".
En opinión del tribunal, la petición de ese comité está en línea con el objetivo de su investigación y no viola "ninguno de los principios de la separación de poderes".
El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, que solicitó las declaraciones de impuestos de Trump en 2019, celebró en Twitter que la corte haya determinado que la ley está de su lado y confió en recibir esos documentos de forma "inmediata".
Tradición de transparencia
Trump fue el primer presidente estadounidense desde Gerald Ford (1974-1977) que no publicó cada año su declaración de impuestos, una tradición que sus predecesores consideraban parte de su deber de transparencia y de rendición de cuentas ante la población.
El entonces mandatario republicano alegaba que sus declaraciones estaban sujetas a una auditoría por parte del Servicio de Rentas Internas de EE.UU. (Hacienda), aunque numerosos expertos legales aseguraron que ninguna norma le impedía haberlas divulgado si hubiera querido.
El citado comité de la Cámara Baja solicitó en 2019 esos registros para investigar sus finanzas y sus posibles conflictos de intereses, pero el entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, se negó a proporcionárselos, lo que desató un litigio judicial.
En julio de 2021, el Departamento de Justicia ya había determinado que el Servicio de Rentas Internas debía entregar esos registros financieros, lo que acercaba la posibilidad de que se hicieran públicos, ahora reforzada por el Tribunal de Apelación.
La decisión del Departamento de Justicia llegó un año después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. ordenara a Trump entregar sus declaraciones de impuestos a un fiscal que investigaba sus finanzas en Nueva York.
Este nuevo revés judicial para el exmandatario se produce un día después de que el FBI registrara en busca de documentos su mansión de Mar-a-Lago, en Palm Beach, en el sureste de Florida, algo que el Partido Republicano ha tachado de persecución política.