Faltan escasos momentos para que se conozca la sentencia por causa vialidad contra Cristina Fernández de Kirchner. La inconsistencia de las pruebas de los fiscales Luciani y Mola (derrumbadas durante el juicio) prueba la inexistencia del delito que se le imputa. ¿Cómo se llegó a armar la acusación contra la vicepresidenta  por “asociación ilícita” y “administración fraudulenta agravada?

El 8 de agosto la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había recusado por parcialidad al fiscal federal Diego Luciani y al magistrado Rodrigo Giménez Uriburu, que forman parte del juicio oral en la "causa Vialidad". Lo hizo de que, a través de una investigación de Página/12 se descubriera que ambos mantienen un vínculo y son cercanos a círculos sociales relacionados con el expresidente Mauricio Macri. ¿De qué se trata la causa que se debate en un juicio oral, donde intervienen el fiscal Luciani y el juez Giménez Uriburu?

Cristina Fernández está acusada en la causa de la "Obra Pública" por asociación ilícita” y “administración fraudulenta agravada”, en la concesión de fondos para obras viales de Santa Cruz, entre 2003 y 2015. Se la acusa de favorecer con 51 licitaciones públicas provinciales al empresario Lázaro Báez, con quien tanto ella como el expresidente Néstor Kirchner y el secretario de Obras Públicas, José López, habrían mantenido un vínculo de amistad. En total, son 13 los imputados en este expediente.

En el marco de esta investigación, la vicepresidenta fue procesada, a fines de 2016, por el juez Julián Ercolini. En marzo de 2018, la causa fue elevada a juicio oral y el 22 de mayo de este año comenzó lo que fue el primer juicio oral y público en su contra. Hasta el momento, la vicepresidenta acumula 10 causas judiciales, siete de ellas estuvieron a cargo del exjuez federal Claudio Bonadio, quien falleció el 4 de febrero de 2020. 

Quiénes son el juez, el fiscal y el camarista acusados por Cristina

Al salir a la luz las fotos y videos que muestran a Giménez Uriburu y al fiscal Luciani, jugando al fútbol con miembros de Juntos por el Cambio y exfuncionarios del gobierno de Mauricio Macri —en la quinta "Los Abrojos", propiedad de la familia del expresidente—, Cristina Fernández decidió pedir este lunes el apartamiento del juez y el fiscal. 

El domingo por la noche, la vicepresidenta posteó en sus redes: "Hoy, Página/12, prueba que la asociación ilícita es la de ellos". Y agregó: "El camarista Mariano Llorens también juega en el mismo equipo, aunque ese día faltó al partido", en referencia al juez de la Cámara Federal que, junto con Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, sobreseyeron a Macri por el presunto espionaje contra los familiares de las víctimas del ARA San Juan.

El juez recusado forma parte del Tribunal Oral Nº 2, junto a los magistrados Andrés Basso y Jorge Gorini (presidente), en el debate oral que se lleva a cabo. Juró como magistrado en 2011.  Tras el pedido de apartamiento, en el Zoom por el que se transmiten las audiencias del juicio oral, se mostró con un mate que llevaba el escudo de "Liverpool", nombre del equipo con el que competía en la quinta de Macri. Una actitud por demás desafiante.

Diego Luciani lleva adelante la acusación contra CFK junto a su par Sergio Mola. Luciani se formó en el despacho del exjuez Juan José Galeano cuando investigaba el atentado a la AMIA. Durante el macrismo, Luciani, además de jugar al fútbol en la quinta de Macri, registró un ingreso al Ministerio de Justicia, entonces a cargo de Germán Garavano, el 6 de mayo de 2016. Mola, en tanto, se reunió en la Casa Rosada con el exsecretario de Legal y Técnica de Macri, Pablo Clusellas, el 16 de junio de 2016. O al menos, se anunció para ir a ese despacho.

Este martes, CFK volvió a tuitear otra foto, con el camarista Llorens vestido de arquero y a su izquierda, aparece el fiscal Luciani, ambos con la vestimenta del equipo de fútbol. "Llorens juega de arquero para Liverpool. ¿Habrá atajado ese día? ¿Se habrá dejado hacer el gol? Sí era él… seguro que sí. De Liverpool salió una de las bandas más importantes de la historia del rock. Del Liverpool de Los Abrojos salió la banda de Macri", expresó la vicepresidenta.

Llorens es un camarista designado en 2018, precisamente, durante la gestión de Mauricio Macri, como vocal de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de Buenos Aires. El año pasado fue denunciado por haber mantenido reuniones con el expresidente en la Casa de Gobierno y la Quinta de Olivos. 

El fiscal Diego Luciani y el juez Rodrigo Giménez Uriburu en el mismo equipo de fútbol, con el que jugaban en la quinta Los Abrojos, de Mauricio Macri.


Uno por uno: la foto con todos los implicados

En las fotos que publicó Página/12, y que porteó CFK, además de Giménez Uriburu, Luciani y Llorens, aparecen en las fotos del equipo de fútbol, otras personas ligadas al círculo de Mauricio Macri y de Juntos por el Cambio. 

Uno de ellos es Roberto "Roby" Martínez, cuñado del actual jefe de Gobierno porteño y potencial candidato a presidente 2023 de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta. Es Gerente de Marketing y Comunicación de Racing Club, y su nombramiento fue impulsado por Víctor Blanco, actual presidente del club, y amigo de Larreta.

Jaime Méndez, intendente de San Miguel, de Juntos por el Cambio, un exjugador de rugby y férreo militante contra el aborto legal; cercano al senador bonaerense peronista Joaquín De la Torre, quien fue ministro de Producción y de Gobierno, de  María Eugenia Vidal.

Finalmente, aparece Luis Lobo, extenista argentino y exsubsecretario de Deportes porteño hasta el 29 de junio de 2020. Fue desplazado tras protagonizar un escándalo cuando participó de un campeonato de paddle durante la cuarentena obligatoria que estaba vigente por la pandemia de la covid.

¿Por qué el fiscal y el juez no pueden ser amigos?

La defensa de Cristina Kirchner, integrada por los abogados Carlos Beraldi y Rubén Llernovoy, argumentó que "impulsar una causa como fiscal para que la resuelva un juez amigo no es un comportamiento inocuo desde el punto de vista legal", mientras que destacó la necesidad de resguardar la transparencia en el ejercicio de la cosa pública.  

"Si el fiscal y el juez mantienen una relación de amistad, es incomprobable que pueda mantenerse la independencia o imparcialidad en un proceso judicial. Jugar partidos de fútbol en la quinta de Macri representa una conducta incompatible con los deberes de imparcialidad y objetividad", agregó. 

¿Cuál es la relación de los magistrados con Mauricio Macri?

La relación entre el magistrado Giménez Uriburu, el fiscal Luciani y el camarista Llorens con el expresidente Macri quedó en evidencia a partir de la difusión de las imágenes que fueron publicadas. 

Además, Luciani durante la gestión de Cambiemos, visitó al menos una vez el Ministerio de Justicia, aunque el libro de entradas no detalla con quién se reunió.  

En tanto, Llorens se habría reunido con Macri el 17 de diciembre de 2018 en Casa Rosada y el 6 de septiembre de 2019 en la Quinta de Olivos.

¿Qué es una recusación?

Recusar a un juez significa realizar un reclamo para que un magistrado o un miembro de un tribunal colegiado se aparte de una causa por considerar que puede ser parcial. 

Según el Capítulo III del Código Procesal Penal de la Nación, tanto un juez como un fiscal tienen la obligación de inhibirse de intervenir en un caso cuando se den determinados supuestos que demuestren relaciones personales o de interés de algún tipo respecto a una causa. 

Precisamente, una de las causales de recusación de un magistrado se establece como parámetro si tuviese amistad íntima o enemistad manifiesta con alguno de los interesados.

¿Tiene evidencias el fiscal Diego Luciani?

En las primeras jornadas del juicio oral, donde la Fiscalía presenta la acusación, el fiscal Luciani reafirmó que acusará a la vicepresidenta y los demás imputados en la causa Vialidad. Ahora, debe probar que la acusación está respaldada por las pruebas que contiene el expediente.

Como parte de esa tarea, la exposición, en el segundo día de su alegato durante el juicio oral, estuvo centrada en demostrar que las licitaciones de las obras que se adjudicaron a Lázaro Báez eran simuladas. En este sentido, ratificó que "hubo un direccionamiento grosero e inadmisible". 

"Está todo ahí, en los expedientes, por eso decimos que los expedientes hablan, gritan", agregó.

A su vez, detalló que el total de los contratos otorgados es de "más de 220 millones de dólares", asignados para la realización de "tareas simples". Finalmente, cuestionó cómo pudo ser que otras grandes empresas no se enteraron de las licitaciones y no pudieron participar. "Lázaro Báez sí se enteró, y las ganó todas", señaló.

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