¿Quién no se sintió melancólico por la pérdida de un amor? O quizás, en la espera de esa persona que nos cambie la vida para siempre, haya soñado con un futuro lleno de colores.
William Gallego anhelaba esa sensación única que da la vida cuando uno está enamorado. Pero no se le daba. Sin embargo, desde muy chico se refugió en el arte, más precisamente en el dibujo.
“Mi relación con el dibujo siempre fue muy clara, muy persistente”, cuenta este joven correntino mejor conocido como Will.la.beta en Instagram. Y señala: “Mi mamá siempre me contaba que me quedaba dormido sobre mis papeles. Fue una actividad que siempre me llamó la atención, pero que prolongué en mi juventud y nunca dejé de hacer”.
Así, el niño Will se entretenía por las tardes con animés del estilo de Dragon Ball o Pokemon, dibujos animados que le llamaban "muchísimo" la atención y lo motivaban a dibujar.
Al tiempo que comenzó a estudiar dibujo, se interesó por los rostros y las caricaturas, y hoy cuenta que su hobby de miraranimé lo llevó a escribir historietas de fútbol y superhéroes. “Es una actividad que me divierte mucho y a la que le puse una identidad”, sostiene el joven, que hoy acumula más de 400 mil seguidores en Instagram.
El arte como canalizador de emociones
¿Pero qué fue lo que hizo que una actividad cotidiana se convirtiera en el principal oficio de su vida?
Acá es donde entra el tema “desengaño amoroso”, pero no como lo podríamos imaginar. “Era un pibe de 19 años bastante sufrido por cuestiones amorosas, y ese fue un año drástico", recuerda. "Yo quería ponerme de novio y no lo conseguía, y mi primer dibujo fue como una queja”.
Sin embargo, tres años después, en 2019, luego de que finalmente consiguiera estar en pareja, a Will se le presentó otro inconveniente. Una de esas “esfinges” que pueden hacer que uno siga para adelante o quede estupefacto y atascado en un camino mediocre para siempre.
"En 2016 le hice un dibujo a mi novia de ese momento, y se viralizó en Facebook. Yo no entendía nada", cuenta. “Llevábamos dos semanas sin vernos porque ella vivía en Resistencia (Chaco) y yo acá, en la ciudad de Corrientes Capital)".
La viñeta en cuestión muestra a una chica y un chico distanciados. “La frase evidentemente conectó con el público y permitió la viralización de mi trabajo”, indicó.
Liniers, la inspiración
Si uno ve los dibujos de William seguramente percibirá un estilo familiar: el de Ricardo Siri “Liniers”.
“Sí, tiene mucho que ver Liniers con mi obra, porque fue el primer dibujante por el que entré a un costado más emocional de la historieta", señala. Y agrega que el autor de Macanudo lo inspiró a crear “sus universos”, ya que a él “lo motivaban las cuestiones más románticas”.
“Liniers tiene una buena cantidad de dibujos sobre el amor, pero en general toda su obra me atrapa porque es un autor al que en su momento leía y me ponía triste, me reía, me generaba emoción y nostalgia”, revela.
Y señala que al principio intentó imitar su "profundidad y sensibilidad tremendas”, pero que con el tiempo pudo ir encontrando su propio estilo.
En 2017 William Gallego pudo finalmente publicar su primer libro, Serendipia, en el que reúne sus trabajos de 2013 a 2016. Lo hizo a través de una plataforma de crowfunding, en donde los fanáticos de su obra aportaron dinero para que se editara.
Para finalizar, como si de una posdata se tratara, William deja un mensaje para aquellos que quieran comenzar a mostrarle su lado artístico al mundo: “Den el paso. Rompan con los miedos internos y las trabas de no querer mostrar lo que hacen y utilicen las redes sociales para ello. Y, sobre todo, confíen y sean honestos en lo que hacen”.