La tendencia a evitar hacer peritajes y resolver casos sin pruebas básicas que caracterizó a un importante sector de Comodoro Py en la era macrista mantiene cierta continuidad. El Tribunal Oral Federal 7 (TOF7), a cargo del caso de "los cuadernos", pone obstáculos para que el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi pueda peritar, con un equipo especializado de la Policía Federal, tres de los cuadernos que se atribuyen al exchofer del Ministerio de Planificación Oscar Centeno.
En un comienzo el tribunal dijo que no le podía mandar los supuestos originales al magistrado. Luego éste ofreció que fueran los peritos al lugar donde estuvieran guardados. Pero este martes la respuesta fue: "De momento no es posible acceder a lo solicitado". La frase no es concluyente pero, sin dudas, vuelve a dilatar un peritaje oficial sobre los cuadernos que Centeno dijo que quemó, pero que luego aparecieron en poder de un periodista del diario La Nación.
Como una línea de conducta, en la instancia de juicio propiamente dicha, que el TOF7 inauguró el mismo día que la Corte Suprema rechazó los planteos de Cristina Fernández de Kirchner para facilitar que avance la causa de la "obra pública en Santa Cruz", también decidió rechazar los pedidos de acceso para ver y cotejar los originales de los cuadernos de Centeno (donde se narraban pedidos y pagos de coimas entre funcionarios y empresarios de la obra pública durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner). El argumento es que hay fotos digitalizadas de todo, en alta definición, y que eso garantiza la defensa en juicio para los 45 imputados.
Peritaje denegado
Desde que en agosto de 2018 aparecieron las fotocopias de los cuadernos jamás se hizo un peritaje oficial sobre ellos. El juez Martínez de Giorgi ordenó esa medida el 24 de mayo ante un pedido del empresario Carlos Loson, quien presentó un estudio particular —realizado por el estudio Latour— que daba cuenta de que en los cuadernos 4, 7 y 8 había por los menos 1600 alteraciones del texto original, 1373 de ellas sobre escritos, 195 correcciones con liquid paper y 55 enmiendas. Incluso se señaló que podría haber dos caligrafías distintas que se advierten en algunas de las correcciones visibles. Allí se trabajó copias digitales.
Cuando comenzó la causa Centeno dijo que los cuadernos estaban en su casa. La vivienda fue allanada y nada apareció. Luego dijo que se acordó que los había quemado en la parrilla. El fallecido juez Claudio Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli edificaron la causa sobre fotocopias. En octubre de 2019, cuando faltaban cuatro días para las elecciones presidenciales, un anónimo le dio en una esquina seis de los ocho "originales" que se habrían salvado del fuego al periodista Diego Cabot. Ese material está en manos del TOF 7, que integran Germán Castelli, Enrique Méndez Signori y Fernando Canero. Castelli es uno de los jueces cuya designación está cuestionada ya que fue nombrado en ese cargo a dedo, por el mecanismo de traslado, por el gobierno de Mauricio Macri.
Martínez de Giorgi firmó dos resoluciones en las que estableció la necesidad de determinar “si los textos" de los cuadernos "pertenecen o no a un mismo puño escritural”; “si se aprecian sobre escritos, testados, o cualquier tipo de adulteración y/o modificación”; “de encontrarse sobre-escritos que modifiquen el texto original”, pidió que “se estudien las alteraciones individualizando y cuantificando las mismas”. Además pedía precisar el contenido de las anotaciones originales donde había enmiendas: por ejemplo se enmendó el nombre "Marcelo" para que dijera "Armando" (por Loson) y donde decía "Alem 850" pusieron "Alem 855", que es el edificio donde estaba la empresa de Loson, Albanesi SA, al igual que Odebrecht y Oil Combustibles, entre otras. Otra de las grandes dudas es si se podrá determinar cuándo fueron escritos.
La primera respuesta del TOF7 al juez fue que no podía mandar a ningún lado los cuadernos. Martínez de Giorgi respondió que los peritos podían ir, y le consultaba si tenían "espacio físico para practicar el examen pericial". La respuesta conocida este martes fue negativa. Le dijeron que por ahora no habilitarán ningún peritaje porque el juicio de los cuadernos está en etapa de presentación de prueba, que se extiende hasta el 17 de agosto, aunque es posible que haya prórroga.
Algunas de las defensas vinculadas a este caso suponen que el tribunal intentará dilatar el peritaje, pero que tarde o temprano tendrá que hacerlo, porque además habrá más de un implicado que seguirá reclamando. La lógica es que aguarden a todos los planteos en ese sentido.
Acceso a la prueba
Uno de los máximos interesados en ver los originales de los cuadernos fue el propio exchofer Centeno, que había declarado como arrepentido que los había quemado. La aparición de los escritos podría traerle alguna consecuencia adversa. Pero el planteo de acceso a esa prueba tan elemental fue varias de las defensas, entre ellas la de Juan Carlos Lascurain, expresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), y Walter Fagias, extitular de Enarsa.
La respuesta del tribunal 7 fue para todos: "Corresponde hacer notar que, tal como ya se hiciera saber, el Tribunal arbitró los medios necesarios para obtener fotografías digitales de alta definición de la documentación remitida con fecha 25 de octubre de 2019 por el juzgado nacional en lo criminal y correccional federal 11 , teniendo en miras, entre otras, la garantía de defensa en juicio...", lo que dijo que aplica todos los imputados. Así las cosas, y mientras las defensas reclaman —además— producir pruebas, es un misterio cómo se hará este juicio y en qué se basará, si es que habrá algo más que arrepentidos y copias digitalizadas.