El nacimiento de un club siempre suele ser bienvenido. En la Argentina, muchos ya festejaron más de cien años. Pero hay uno recién fundado que se está armando. Parece concebido en España y levanta polémicas. Quizá tenga coronita, como sugiere su nombre: Real Pilar Fútbol Club. Es la creación de un grupo de vecinos del partido bonaerense homónimo. Liderado por el empresario y consultor César Mansilla, acaba de recibir la afiliación provisoria de la AFA para jugar el próximo campeonato de Primera D. Si no fuera por dos razones, el advenimiento del Real Pilar (a partir de acá y para abreviar, lo llamaremos así) hubiera pasado casi inadvertido. Salvo para quienes lo gestaron y su zona de influencia. La primera razón es que hacía cuarenta años que ninguna institución ingresaba a la entidad que ahora preside Claudio “Chiqui” Tapia. Desde la última dictadura militar. Esa puerta se la habían cerrado a otros. La segunda tiene que ver con el contexto que rodea a esta iniciativa futbolera y ciertos personajes afines al macrismo. Sobre todo, cuando desde el gobierno nacional se alientan las sociedades anónimas deportivas para que convivan o sustituyan a las asociaciones civiles sin fines de lucro. Se trata –podría afirmarse– de un leading case.
El 30 de mayo pasado, el Comité Ejecutivo de la AFA aprobó “la incorporación y afiliación provisoria” del club. El hecho marcó un antes y un después. En 1977, cuando los genocidas y sus civiles cómplices sembraban el terror en cada rincón del país, cinco clubes entraban a la asociación por última vez: Defensa y Justicia, Argentino de Merlo, Deportivo Laferrere, San Miguel y Claypole. Debutaban al año siguiente en la última categoría del Ascenso. El de Florencio Varela llegó al escalón más alto de las competencias. Hoy juega en Primera. Los demás continúan entre la C y la D. Para que se entienda mejor: el Real Pilar consiguió lo que no pudo Hugo Moyano con Camioneros, el club que representa a su sindicato. Tampoco Sportivo Baradero, u otros que optaron por llegar al fútbol de la AFA por el camino más largo: los torneos del interior. Ni siquiera lo lograron con la banca de Julio Grondona.
Mansilla, presidente y mentor del Real Pilar, tiene experiencia en la actividad. Controló al club Fénix, que juega en la Primera B, por casi diez años. Lo llevó a jugar a Pilar. Era un equipo desarraigado que había tenido su vieja cancha en la villa de Colegiales. Pero a sus vecinos pobres los desalojó con la topadora el ex intendente de la dictadura Osvaldo Cacciatore antes del Mundial 78. Y el estadio de madera también fue erradicado. El empresario gerenció su fútbol hasta 2010. Antes y después, asesoró a Rodolfo D’Onofrio cuando era candidato en las elecciones de River y a Jorge Amor Ameal durante su presidencia en Boca.
Como periodista y consultor hizo de todo. En 1989 fue el jefe de prensa de Eduardo Angeloz en su campaña presidencial. Cerró una agencia de noticias como Infofax-Infosic, donde despidió a 60 empleados. Manejó la imagen de Mauricio Macri cuando se postuló a jefe de Gobierno en la ciudad de Buenos Aires. Aconsejó a la Mesa de Enlace en pleno conflicto del campo en 2011 y trabajó para Cristóbal López, entre otros.
Hoy cuenta que su nueva criatura “fue decisión mía y de un grupo importante de gente conocida. Siempre soñamos con tener un equipo de Pilar jugando campeonatos en la Asociación del Fútbol Argentino. A Fénix en su momento lo llevamos a esa ciudad, pero luego tuvimos un conflicto con la comisión directiva y se acabó el proyecto que teníamos”, le dijo Mansilla al sitio Solo Ascenso esta semana.
En una AFA donde Daniel Angelici hace y deshace, no sorprende que el proyecto nacido en un distrito controlado por Cambiemos haya sido aprobado. Además es amigo del consultor. Se descuenta la ratificación final de la asamblea ordinaria que sesionará en octubre. Porque Real Pilar ya lanzó su campaña para sumar socios. Busca jugadores para el plantel que competirá en Primera D. Contrató a un técnico que es Roberto “Beto” Romano. Cuenta con un estadio que es el municipal Carlos Barraza. Sus plateas, al menos en fotos, serían la envidia de cualquier otro club en la misma categoría. De la resolución donde le dan la bienvenida a la AFA se desprende que cuenta con “el aval unánime” de la Liga de Escobar, las barriales y la intercountries. Argumentos curiosos si los hay.
Pilar es gobernada por el intendente Nicolás Ducoté, militante del PRO que coquetea con el peronismo intentando dividirlo. Su comienzo en la política se remonta a 2010, cuando militaba con Francisco De Narváez. El año pasado dijo buscando una excusa para sus errores de gestión: “Nombré 170 empleados sobre 5000, hay 4830 que no los nombré yo, muchos son corruptos”. Las críticas le caen hasta de su propia fuerza política. También las recibe en las calles, aunque él vive en el country Highland. “Es increíble y doloroso que en Pilar el 80 por ciento de los habitantes no tengan agua corriente ni cloacas.” Esas palabras podría suscribirlas cualquier vecino, pero las dijo Sebastián Neuspiller, el ex goleador histórico de Fénix que ocupa una banca en el Concejo Deliberante por Cambiemos.
Amigo del presidente Macri, suele jugar al fútbol con él. El médico y ex futbolista contó hace tiempo cómo se metió en la política: “Empecé la campaña a intendente de Pilar, sin dejar de trabajar, después por pedido de Mauricio me uní a Nicolás Ducoté, actual intendente de Pilar, que veníamos palo a palo en las encuestas”.
La política de Cambiemos y sus políticos en el distrito explican porque no se invierte en infraestructura y abundan las denuncias sobre falta de estufas en colegios, insumos en el área de salud y carne podrida recibida por el Consejo Escolar. Esa realidad parece destinada a convivir con el Real Pilar, el club que representará al partido en los torneos de la AFA.
El primer paso ya lo dio. Le abrieron la puerta en el momento justo. Si se concretara la anunciada reestructuración de los campeonatos de Ascenso, podría estar jugando muy pronto en una categoría superior a la D. Lo demás es sencillo imaginarlo. Los negocios que vendrían para los amigos del gobierno de los globos amarillos. También una avalancha de pedidos de otros clubes para que les concedan el mismo derecho que al de la coronita. Entre ellos podrían colarse algunos embriones de sociedades anónimas deportivas.
En la ciudad ya le buscan apodo al equipo que viene a cubrir el espacio vacío que había dejado Atlético Pilar, desafiliado de la AFA en 1980. Alguien sugirió que lo llamen “los merengues de Pilar”. Después faltaría que elijan a un jugador del Real Madrid como padrino.