El decano de la Facultad de Medicina de la UNR, Ricardo Nidd, fue invitado a participar de la convocatoria lanzada por la Academia Nacional de Medicina y la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas para debatir la creación de la cátedra "El aborto como problema de salud". Lo acompañaban las doctoras Raquel Tizziani (medica) y la abogada Analia Aucia, ambas docentes universitarias. Conforme detalla el artículo publicado ayer en Página/12, está claro que lo de "participar" fue un eufemismo, porque cada una de las palabras de Nidd era tapada con silbidos e insultos. Dejaron de lado su condición de académicos y se comportaron como barrabravas. Se negaban a escuchar, porque escuchar las razones del contrario es peligroso, la razón es enemiga del fanatismo. Llegó a tal punto la intolerancia, que no solo le cerraron el paso al atril sino que hasta llegaron a negarle un vaso de agua, lo que es ya un acto de barbarie. Fue realmente una celada la que les tendieron. Quisiera que alguien que coincide con ese sector del pensamiento, o lo que fuere, argumente a favor de estas actitudes.
En esta jornada de cruzados se lucieron los Rodríguez Varela, padre e hija. El primero fue funcionario letrado en la Gobernación bonaerense en los tiempos en que Ramón Camps era el jefe de policía. Como sabemos, Camps era contrario a la interrupción de embarazo, por eso hacía parir a sus víctimas antes de ultimarlas. Rodríguez Varela ambién fue defensor de Videla, otro piadoso. Por estos lares tenemos muchos "pro-vida" que aprueban masacres de opositores.
Este "evento académico" tuvo lugar a escasos días de otra cruzada, la emprendida por el gobierno nacional contra las personas que tienen disminuidas sus capacidades.
¿Alguien ha visto a éstos salir a reclamarle al gobierno por esta condena a la vida? Aclaro que no me refiero a todos los ciudadanos que sustentan esa posición. Sino a los que concurrieron a esa reunión. Y en general, a los que perteneciendo a sectores altos, han venido mostrando una total discriminación hacia los humildes. Incluso insultos y gritos emitidos a menudo en forma gutural. ¿Quién podría creerles que aman la vida en todas sus formas?