Las versiones oficiales sobre una inminente reducción de ministerios para ahorrar gastos profundizaron aún más las internas dentro del gobierno. El titular de Modernización, Andrés Ibarra, ya da por hecho que saldrá fortalecido al subordinar la cartera de Comunicaciones dentro de su estructura como una secretaría e incorporar además áreas de innovación y tecnología que hasta ahora dependen de los ministerios de Producción y Ciencia. Esa expansión es resistida por varios pares que ven como Ibarra busca ganar posiciones al frente de una estructura elefantiásica que en la actualidad ya concentra 4 secretarías, 8 subsecretarías, 102 direcciones, 89 oficinas de coordinación y un cuerpo de administradores gubernamentales.
“En el Ministerio trabajamos para que tus trámites y servicios con el Estado sean más rápidos y simples”, se puede leer en la web de Modernización debajo de la pregunta “¿Qué hacemos?”. Hasta el momento, esta cartera se limitó a crear una serie de portales de transparencia y una aplicación para celulares donde se pueden hacer consultas sobre trámites en organismos públicos. Además, administra los Puntos Digitales, espacios públicos con acceso a Internet que había puesto en marcha el kirchnerismo. La intención de Ibarra es darle mayor volumen a su gestión y la incorporación de un ministerio estratégico como el de Comunicaciones, transformándolo en secretaría, lo ayudaría a lograr ese objetivo.
La justificación para avanzar en esa dirección es que las actividades que lleva adelante Modernización se superponen con proyectos que comanda Comunicaciones e incluso Arsat. El mismo argumento está haciendo valer Ibarra para tratar de poner bajo la órbita de Modernización a la subsecretaría de Servicios Tecnológicos y Productivos del Ministerio de Producción que conduce Carlos Palotti. Además, Modernización está interesado en absorber un proyecto millonario de desarrollo de software que el Ministerio de Ciencia y Técnica acordó con capitales privados y que se anunciaría el mes próximo. Es una iniciativa que tendría financiamiento privado por cinco años y garantizaría la creación de unos 100 puestos de trabajo.
Modernización ya viene articulando con todas esas dependencias, pero la intención de Ibarra es tomar el control. De hecho, la secretaria de Gestión e Innovación Pública, María Inés Baqué, y el subsecretario de Innovación Pública, Rudi Borrmann, ya les comentaron a sus colaboradores que la absorción del Ministerio de Comunicaciones es sólo cuestión de tiempo. Tanto Baqué como Borrmann trabajan en algunos programas del Ministerio de Comunicaciones como enviados de Ibarra, pero ninguno se especializa en telecomunicaciones o radiodifusión. Baqué viene de trabajar en Microsoft y antes se desempeñó en Hewlett Packard, HSBC, Máxima AFJP y Sevel, mientras que Borrmann fue director general de Innovación y Gobierno Abierto de la Ciudad de Buenos Aires. En el numeroso equipo de Ibarra es difícil encontrar especialistas en telecomunicaciones o radiodifusión. Por lo tanto, no está claro quien podría comandar el ahora ministerio si efectivamente es reducido a secretaría, ya que se descuenta que en ese caso el ministro Oscar Aguad daría un paso al costado. Una posibilidad sería que Héctor Huici, quien ahora está al frente de la secretaría de Tecnologías de la Información y la Comunicación, pudiera aprovechar la oportunidad, para quedarse con el control del área, pero las fuentes consultadas por PáginaI12 no lo identificaron como parte de esta jugada.
Si bien el Grupo Clarín y Telefónica, las dos grandes empresas del sector de las TICs, todavía no dejaron trascender su opinión sobre estos posibles cambios, fuentes del sector aseguraron a este diario que en Telefónica verían la modificación con mejores ojos porque identifican a Aguad con el Grupo Clarín y porque tienen una buena relación con Ibarra. Sin ir más lejos, en febrero el ministro de Modernización firmó un convenio en Madrid con el director de Telefónica Hispanoamérica, Eduardo Caride, para que los españoles colaboren con el proceso de innovación tecnológica en la gestión pública.