La calle Moreno y Catamarca están cortadas por las vallas que instaló la policía frente a la sede de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a la espera de una nueva manifestación de chóferes de la compañía DOTA quienes el pasado mes de diciembre protagonizaron destrozos en el edificio sindical.
Mientras tanto prosiguen los allanamientos a empresas del grupo y casas particulares de los choferes dónde se sigue encontrando parte de la mercadería robada en los hechos de violencia de fin del año pasado.
La justicia investiga la responsabilidad en los hechos de diciembre por parte del dirigente Miguel Bustinduy, del empresario Angel Faija y el posible respaldo de sectores sindicales y barrabravas.