En el quinto día de toma pacífica de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, la titular de la asociación Madres, Hebe de Bonafini, expresó el “orgullo” que siente por los estudiantes y docentes, que desde el martes resisten en el establecimiento contra la intervención del gobierno de Mauricio Macri, y resaltó: “Vamos a resistir porque o la perdemos o la ganamos, no tenemos otra alternativa. Negociar con esta gente no se puede”. Bonafini denunció también que el fin de semana llegaron efectivos de la policía a la universidad para pedir documentos de identidad a los estudiantes.
En Mayo, el Gobierno ya había anunciado la intención de cambiar las autoridades de la universidad, realizar una auditoría sobre sueldos y gastos y analizar los objetivos pedagógicos de la institución. El primer objetivo fue cumplido ya el 13 de junio, cuando el Ministerio de Derechos Humanos y el Ministerio de Educación oficializaron la destitución del rector, que fue reemplazado por el interventor Javier Alejandro Buján, lo que motivó la toma pacífica de los alumnos y docentes.
En diálogo con la AM750, Bonafini reiteró que no bajará los brazos y manifestó que no hay una fecha tope para desmontar el acampe porque “la toma es a ganar o morir”, y agregó: “Ellos quieren que esto sea una porquería que no se enseñe nada, que la gente no vaya a los barrios, que no haya trabajo en territorio, que no se les pague a los maestros y que no se les pague a nadie”.
Bonafini explicó que cuando se autorizó la existencia de dicha universidad “única en el mundo”, se hicieron todos los trámites correspondientes para los permisos, aunque de a poco “se los fueron sacando” porque la gente que dirigía “creía que se podía y se tenía que tener un poco de diálogo con el enemigo”. “Todavía no se acercaron”, expresó, la titular de Madres, en referencia a la presencia del interventor Buján, que fue designado por el ministro de Justicia, Germán Garavano la semana pasada, y todavía no piso el establecimiento.
“Anoche vino la policía a pedirles documentos a los chicos, pero ellos aprendieron de nosotras y les entregaron todos juntos, aunque los querían de a uno”, develó Bonafini, quien ponderó la organización de los jóvenes que protestan por el desplazamiento del rector organizador de la Universidad, Germán Ibañez, porque “están haciendo algo sumamente importante, organizados cada uno en su puesto”.
La titular de Madres reiteró que “tienen muchos frentes para pelear” y en ese sentido se refirió a los efectos de las políticas económicas y sociales del gobierno actual. “De repente vos ves tanta gente con hambre, tanta gente durmiendo en la calle, y decís ¡dios mío!”, expresó Bonafini, quien concluyó: “No me dan los años ni los brazos para seguir trabajando”.