Un año después de ser anfitriona de la presentación en sociedad del gabinete económico de Cambiemos, la conferencia de la UIA volvió a recibir a industriales y funcionarios. Las voces mayoritarias de apoyo y la minoría que abría la puerta a la incertidumbre ayer estuvieron mejor distribuidas: los industriales se debaten entre el famoso “estamos mal pero vamos bien” y la advertencia abierta sobre la viabilidad de la industria bajo el actual modelo económico. A pesar de la idea instalada de la pesada herencia, muchos empresarios criticaron el primer año de gestión. Hoy el evento continua con la presencia del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, el titular del Banco Central, Federico Sturzennegger y el presidente, Mauricio Macri.
Según la UIA, en septiembre la caída interanual de la industria fue del 7,6 por ciento y en el año acumula una merma del 5,1. Sobresale el derrape de la siderurgia (-15,6), insumos de la construcción (-13,3) y metalmecánica (-8,4 por ciento). Orlando Ferreres adelantó el dato de octubre y las perspectivas no mejoran, con una baja del 5,7 en ese mes y del 3,3 en diez. El mes pasado los despachos de cemento bajaron 17,7 por ciento, uno de los peores resultados del año. Pero el posicionamiento político del empresariado no es unánime y ni siquiera crítico en el caso de la conducción de la entidad, hoy liderada por Adrián Kaufmann, de Arcor, en tándem con Luis Betnaza, de Techint.
Ayer, la apertura estuvo a cargo de Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza (AGD). Resaltó que “las pymes muestran caídas en el nivel de actividad en un contexto de amenaza importadora, hay falta de generación de empleo y tardan en llegar las inversiones” aunque matizó que “venimos de cuatro años con caída de nivel de actividad”. En diálogo con PáginaI12, dijo que “a principio de este año pensamos que tendríamos un repunte más rápido, pero se está dando más lento. Tenemos buenas expectativas para el próximo año”. También admitió que este año fue bueno para el sector aceitero, luego de la devaluación de diciembre de 2015 y la eliminación de controles.
Héctor Méndez, otro dirigente histórico de la entidad, fue más punzante. “La situación es muy difícil. Hace un año había mejores expectativas. Yo dije hace varios años que se estaban dejando bombas de tiempo en varios lados. Pero no ha habido el expertise necesario. Esto se sabía, entonces el actual Gobierno no es culpable pero sí cómplice. Si sabés que viene la debacle, preparáte. Hoy la situación está muy al límite. El tiempo jugó en contra y empeoró lo que venía mal. El Gobierno tiene que compartir más con los empresarios. No alcanza con oírnos, oíme y dame bola”, dijo el empresario del plástico a este diario. Méndez fue uno de los dirigentes fabriles más críticos del kirchnerismo.
José Ignacio De Mendiguren, dirigente de la UIA y diputado nacional por el Frente Renovador, citó las recientes críticas de Roberto Lavagna a la gestión económica de Cambiemos. “Lavagna dice que si seguimos así, terminamos como la tablita de Martínez de Hoz o como la convertibilidad. Prestarle guita a la Argentina es buen negocio, en el corto plazo trae estabilidad financiera y del dólar, hasta que un día pasa la factura”, indicó en diálogo con periodistas.
Para Ariel Schale, director ejecutivo de Protejer, que agrupa a empresas de todos los eslabones del sector textil, “el Gobierno tiene una política microeconómica con puntos interesantes como la ley pyme y la de autopartes, pero hay algo anterior a eso que es el esquema de incentivos macroeconómicos, que hoy apuntan a la valorización financiera y no a la  producción. Hoy la situación es de una gravedad que trasciende la cuestión de las importaciones. Ojala volviéramos a tener problemas con la gestión de importaciones, eso querría decir que hay mercado para disputarse. Hoy el gran problema es que no hay mercado, no hay consumo”. Damián Regalini, del sector de medias, agregó que “hoy las expectativas son pésimas. El empresario evalúa cómo achicar la planta para un mercado más pequeño”.
Distinta fue la visión de Carlos Blaquier, de Ledesma. “No tuvimos un buen año pero nosotros pusimos el hombro, decidimos no subir los precios por 90 días. Acá hay que poner el hombro en aras del futuro. El Gobierno se encontró con números distintos de los que imaginaba. Lo mejor está por venir, tenemos que ser pacientes”, dijo a PáginaI12. Contó que “el consumo de azúcar quedó estable porque es un bien inelástico a la variación del poder adquisitivo, pero la demanda de papel nos cayó 26 por ciento en los últimos doce meses”. “A nosotros (Guillemo) Moreno nos congeló el precio del azúcar 14 meses. Venimos muy atrás con los precios”, advirtió.
Uno de los sectores industriales más relevantes en términos de empleo es el metalúrgico, nucleado en Adimra, cuyo titular, Gerardo Venutolo, dialogó con este diario. “Nosotros tenemos muy buen nivel de diálogo con Producción, pero con un paraguas macro que no fomente la inversión productiva sino la financiera, los sectores metalúrgicos se resienten. El único rubro que pudo mejorar es maquinaria agrícola, por el impulso del campo. Necesitamos que el Gobierno proponga una macroeconomía que aliente el nivel de actividad a través del consumo interno, teniendo en cuenta que el escenario externo es muy complicado, con lo cual no es posible apostar a la salida exportadora. Se acerca fin de año, todas las pymes tienen erogaciones altas y en enero y febrero siempre baja actividad, con lo cual es obvio que hasta marzo no hay expectativas de mejora”, indicó.
“Estamos con muchos problemas, Brasil está muy barato y nos fusiló. Tuvimos años de mucho trabajo, pero hoy es distinto. Las pymes generan el 70 por ciento del trabajo y deberían contar con un poco más de consideración de parte del Gobierno nacional”, dijo Alberto Sellaro, presidente de la Cámara del Calzado. En cambio, Matías Furio, de la Cámara del Juguete, celebró que el sector haya sido incorporado al programa Ahora 12.


Fin a la sustitución de importaciones

Modelo para desarmar

“El modelo de sustitución de importaciones no existe más”, sostuvo ayer el secretario de Comercio, Miguel Braun, durante su exposición en la conferencia de la UIA. Sin medias tintas, el funcionario envió un mensaje directo para las pequeñas y medianas empresas, a las que invitó a transformarse porque el mercado interno dejó de ser una prioridad para el actual gobierno. “Necesitamos mayor integración porque la producción esta globalizada y tenemos que visualizar en qué nichos de estas cadenas globales de inversión podemos integrarnos”, expresó. También defendió la flexibilización del mercado financiero con el objetivo de captar inversiones. “Una empresa va a decidir invertir en la Argentina si ve que va a ganar plata. Entonces una de nuestras necesidades es lograr acceso a más mercados para las empresas que quieran invertir”, agregó el secretario. 
Las declaraciones del secretario generaron preocupación entre las pequeñas y medianas industrias, quienes vieron amenazada su supervivencia, lo que derivó en una aclaración del ministro de Producción, Francisco Cabrera (ver aparte). En su mayoría, las pymes suelen abastecer el mercado interno. El proceso de sustitución de importaciones no es un fin en sí mismo, sino un paso previo a una matriz productiva diversificada para luego apuntar al mercado externo. El secretario de Comercio consideró que puede saltarse ese proceso. “El modelo de sustitución de importaciones ya no existe más, o al menos existe en muy pocos sectores”, insistió. 
Consideró que para que las pymes puedan ser competitivas a nivel global basta con “aumentar la calidad de la producción y alcanzar estándares internacionales”. “La Argentina debe avanzar en acuerdos comerciales estratégicos que no impliquen una apertura indiscriminada sino que deben ser integraciones graduales e inteligentes. Argentina cree en un comercio regido por las reglas internacionales y tenemos que cuidarnos de prácticas desleales y particularmente en preservar el empleo”, afirmó el secretario de Comercio.
El presidente del Departamento de Comercio y Negociaciones de la UIA, Alfredo Chiaradía, tomó distancia de los dichos de Braun y planteó la necesidad de que haya un desarrollo interno de la industria previo a la apertura comercial. El ex vicecanciller advirtió que las negociaciones internacionales deben darse cuando la economía alcanzó un grado de competitividad óptimo para que los acuerdos puedan plantearse desde posiciones fuertes y no en condiciones desventajosas. También estuvo Carlos Foradori, quien participó en su rol de secretario de Relaciones Exteriores, cargo del cual sería removido hoy cuando la canciller Susana Malcorra anuncie cambios en esa dependencia. Foradori puntualizó que para que el país pueda tener una inserción inteligente en el mundo, es primordial el “marketing diplomático”. “Argentina puede tener los mejores precios, pero si ningún país tiene acceso a esa información, no sirve de nada”, concluyó.