Martín Penalva, referente del Centro Cultural "La Casa de Clelia" en el barrio 31 charló con Pablo Caruso en Que Vuelvan las Ideas y se refirió a cómo se vive la cuarentena obligatoria por el coronavirus en los barrios populares donde hay un gran porcentaje de personas conviviendo en condiciones de hacinamiento. Además, se refirió a cómo está actuando el gobierno de Horacio Rodriguez Larreta respecto en garantizar las condiciones de higiene para los comedores populares. 

"La situación si bien es tensa como en todos lados, venía bastante tranquila. El cumplimiento del aislamiento es bastante complejo en los barrios populares", indicó Penalva y explicó que "hay que pensar en las condiciones que vive la gente. Hay viviendas muy pequeñas en las que casi ni entran los colchones en donde vive la gente. El aislamiento dentro de las casas es bastante complejo".

Además sostuvo que "la parte económica también es difícil, hay gente que vive con la plata que gana en el día" y pidió que desde el gobierno se de "respuestas a la necesidad de esa gente que después de una semana sin salir a trabajar no tiene como darle de comer a sus familias".

Penalva explicó que "la mayoría de los comedores tiene los cupos re pasados y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no da respuestas a esa necesidad de alimento". Además se refirió a las condiciones dentro de los comedores populares y sostuvo que "el gobierno de Larreta no nos da barbijos, guantes ni alcohol en gel para los compañeros que trabajan en los comedores, donde reciben a 30 o 40 personas y no tienen protección". "Hay un abandono total del gobierno de cambiemos", agregó.

"El virus no reconoce clases sociales", indicó el referente del Centro Cultural "La Casa de Clelia" y explicó que "hay problemas también de recolección de basura que se resuelven si el Gobierno de la Ciudad dispone de los elementos necesarios para que la gente pueda hacer su trabajo de forma segura".

Sobre la actitud de las fuerzas de seguridad en el barrio en plena cuarentena, indicó que "la relación entre las fuerzas de seguridad y los pibes en los barrios ya de por si es una situación tensa. Está la reglamentación que dictó el Gobierno Nacional pero a la vez está la realidad de como viven los vecinos en los barrios, la dificultad de mantener a los pibes en sus casa y también la necesidad de acceder a los comedores todos los días". Además expresó que "acá la gente vive al día, come con lo que gana en el día y ahora va al comedor a buscar ese alimento" y destacó la necesidad de "otro tipo de vinculo. Una pandemia a nivel global no puede ser la excusa para que las fuerzas den rienda suelta a cosas que estamos acostumbrados en los barrios". "Hay una cuestión de clases muy claro en todo esto", agregó.