Por Raúl Kollmann
Los 11 cuerpos de la causa por la desaparición de Miguel Bru fueron encontrados en la oficina de una secretaria del fiscal Fernando Cartasegna. Como se sabe, el funcionario está internado desde el viernes en un hospital neuropsiquiátrico. PáginaI12 había adelantado que el expediente Bru aparecería tarde o temprano porque se trata de una causa muy voluminosa que requeriría un traslado en camioneta y eso no hubiera pasado desapercibido. Por otro lado, no había ninguna razón para que alguien se llevara el expediente sobre la desaparición del estudiante, ocurrida en 1993. El hallazgo no cambia en nada la situación de Cartasegna, señalado por graves irregularidades encontradas en su fiscalía y, sobre todo, por los elementos de simulación en los supuestos ataques que denunció. El fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, firmará esta semana un informe sobre las anomalías encontradas en la fiscalía número 4 y está bastante extendido el rumor de que la internación en el neuropsiquiátrico es el preludio a la renuncia de Cartasegna a su cargo.
Durante la semana pasada, uno de los fiscales que reemplaza a Cartasegna informó que en las oficinas de la fiscalía 4 no se encontraba la causa Bru. La madre del estudiante, Rosa Schonfeld, manifestó su indignación, pero principalmente hizo mención a la falta de interés que Cartasegna había mostrado en los últimos años en relación con la búsqueda del cuerpo del estudiante. Por el asesinato de Bru fueron condenados cuatro policías, dos de ellos, Walter Abrigo y Justo López, a reclusión perpetua. El cuerpo de Miguel nunca fue hallado. Esa es la investigación que está en manos de Cartasegna.
Cuando se conoció la noticia de que el expediente Bru no aparecía, este diario transmitió lo que las fuentes judiciales de La Plata explicaron: que se trata de una causa muy voluminosa, equivalente a unas 30 resmas de papel. No es algo que un individuo podría haberse llevado a solas. Requería, como mínimo, un traslado en camioneta. PáginaI12 incluso mencionó que podría tratarse de una confusión. Finalmente, ayer se anunció que el expediente apareció en la oficina de una secretaria de Cartasegna. La funcionaria estaba de licencia.
La aparición de la causa no cambia en nada la situación del fiscal, a quien se le descubrieron faltantes de dinero y drogas, secuestradas en procedimientos; la existencia de carátulas judiciales en blanco, foliadas y listas para usar en causas armadas; y el ocultamiento de expedientes en un armario, con atrasos sospechosos, en casos de acoso sexual y pedofilia. Además, las investigaciones empezaban a mostrar elementos de simulación en los ataques y amenazas que Cartasegna dijo haber recibido. Todo indica que quería posicionarse como una especie de fiscal-héroe, y ser intocable en relación con las irregularidades de su fiscalía y el manejo de causas vinculadas con boliches de La Plata.