En su columna en La Mañana, Fernando Borroni reflexionó acerca del reclamo de un sector de la sociedad para que los políticos en el contexto de la pandemia por el coronavirus bajen sus salarios. "Ayer las cacerolas a favor de esta medida sonaron, en algunos barrios, más fuerte que los aplausos a los médicos que se dan a diario a las 9 de la noche. Todo un dato", expresó.
"Era esperable que el mercado responda de alguna manera, que salga a pegar fuerte, ante lo evidente de su fenomenal derrota a partir de la pandemia. Cuando los dueños del mercado se vieron acorralados salieron a pegarle duramente a la política", sostuvo Borroni y agregó: “ 'Si la política me quiere controlar, si el Estado quiere ponerme las reglas de juego entonces yo voy a por el Estado, yo voy a por la política', y aquí aparece el ejército de odiadores, el medio pelo de la sociedad argentina que sale a cacerolear por Rocca, consciente o no. Este reclamo es una de las tantas formas de estigmatizar y perseguir a la política en un momento donde la política y la gestión de los políticos es indispensable"
Para Borroni, "quienes cacerolean pidiéndole a la política que se ajuste no le pidieron, ni le pedirán a Macri que traiga los millones de dólares de sus cuentas Off Shore, o que pague la deuda con el Correo Argentino. No le pide, ni le pedirán a la Sociedad Rural, a los pooles de siembra que paguen las retenciones y que paguen más, como tampoco salieron a denunciar a los que aumentan los precios todos los días. No se los escuchó y no se los escuchará porque la intención no es que el Estado recaude más para enfrentar la pandemia, la intención es debilitar a “la política” como el comienzo de un lento proceso de retorno del mercado a la conducción política del país"