Cuba acusó al presidente Donald Trump de querer volver a la Guerra Fría al detener el deshielo de las relaciones entre ambos países. Un día después de que Rusia se expresara de igual modo sobre la postura de Estados Unidos de dar marcha atrás a las políticas de proximidad iniciadas por Barack Obama, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló que la decisión de dejar sin efecto el acercamiento con la isla supone un regreso a la retórica impuesta por el bloque soviético y Washington el siglo pasado. Cuba no extraditará a Estados Unidos a ciudadanos reclamados por la justicia de ese país, afirmó en Viena Rodríguez. La embajada estadounidense en La Habana, en tanto, publicó un texto con las preguntas más frecuentes sobre las medidas anunciadas por el magnate inmobiliario el viernes.

En rueda de prensa desde Viena, el jefe de la diplomacia cubana señaló que las medidas que acaba de anunciar el presidente Trump son absolutamente insostenibles. “El bloqueo es una pieza de la Guerra Fría. Primero, es criminal y genocida, según las convenciones de Ginebra contra el genocidio”, recordó el funcionario cubano. “Sin duda, la política de Trump marca un retroceso en las relaciones entre ambos países”, agregó. Rodríguez calificó el anuncio del republicano de “grotesco espectáculo salido de la Guerra Fría”. De hecho, afirmó que esa actitud no sólo afectará a las relaciones entre los dos países sino también a las relaciones de Estados Unidos con América Latina.

A su vez, Rodríguez recordó que con ese giro en la política exterior de Washington, Trump no sólo ignora el apoyo mayoritario del Congreso de Estados Unidos al levantamiento del bloqueo económico a Cuba, sino también el parecer del sector empresarial y, en general, de la opinión pública estadounidense. “Es curiosa la paradoja, porque Trump ha dicho que su prioridad son los ciudadanos estadounidenses, su prioridad es la creación de empleo, favorecer las oportunidades de empresas estadounidenses. Con estas medidas hace todo lo contrario”, valoró Rodríguez. Por el contrario, dijo, levantar el bloqueo sí que favorecería a los intereses de Estados Unidos, de sus electores y de quienes pagan los impuestos, que son los que sostienen al gobierno. Rodríguez recordó que el propio Obama había admitido que la política de bloqueo a Cuba había fracasado.

El canciller cubano se refirió a la devolución de prófugos estadounidenses entre las condiciones para retomar el diálogo bilateral. “En uso de la ley nacional, el derecho internacional y la tradición latinoamericana, Cuba ha concedido asilo político o refugio a luchadores por los derechos civiles de Estados Unidos. Por supuesto que estas personas no serán retornadas a ese país, que carece de base legal, política y moral para reclamarlos”, señaló Rodríguez. El jefe de la diplomacia cubana dijo que Washington no puede dar lecciones sobre derechos humanos. Y afirmó que en Estados Unidos son frecuentes los abusos y asesinatos por parte de policías, especialmente contra afrodescendientes, hay restricciones a los derechos de salud y educación, represión de inmigrantes y refugiados y se discrimina la cultura y la religión islámica. 

Por otro lado, la Embajada estadounidense en la isla sostuvo, en un texto firmado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) el 16 de junio, que en el caso del fin de los viajes individuales en la categoría “contacto pueblo a pueblo”, la prohibición no tendrá efecto hasta que se den a conocer las nuevas regulaciones de la OFAC, que sí mantendrá los viajes “people to people” en grupos, bajo la supervisión de la organización que los auspicie. La OFAC permitirá viajar de manera individual a aquellos estadounidenses que hayan iniciado los trámites antes de la emisión de los próximos reglamentos. Además, el texto precisa que no se verán afectadas las remesas familiares a Cuba, ni la venta de pasajes aéreos o por cruceros a ciudadanos estadounidenses.