El presidente, Mauricio Macri, visitó ayer el Salón del Automóvil en la Rural y se llevó de parte de las automotrices un pronóstico optimista de crecimiento para este año. Las terminales le dijeron a Macri que el sector podría cerrar el año con un crecimiento de entre 15 y 20 por ciento. Por ahora, los números le dan la espalda, ya que la producción de automóviles acumula entre enero y mayo una baja del 4,6 por ciento frente al mismo período del año pasado. “La situación es buena, esperamos un aumento del mercado de por lo menos 15 por ciento y llegar en torno al 20 por ciento en producción”, señaló a la prensa Joachim Maier, presidente de la filial local de Mercedes Benz y de Adefa, entidad que reúne a las automotrices.
Macri estuvo acompañado por el ministro de Producción, Francisco Cabrera, quien consideró que “la producción local de autos se ve afectada por la situación en Brasil, ya que el 50 por ciento de los vehículos que se fabrican en las terminales locales se exportan hacia aquel país y en consecuencia se ven afectados por la recesión. Pero esa situación está mejorando y en los últimos dos meses vemos un aumento de ventas en Brasil”. Recientemente las consultoras redujeron la estimación de crecimiento en Brasil para este año.
Uno de los problemas del sector es el aumento de las importaciones. Si bien las ventas a los concesionarios se ubican en lo que va del año en 334.700 unidades, un avance interanual del 18,3 por ciento, apenas 97.064 unidades vendidas en el mercado local fueron producidas por las terminales locales (una caída del 14,4 por ciento). Las terminales automotrices pidieron al Gobierno “discutir la carga impositiva que pesa sobre la producción de autos” y una “mejora de la productividad laboral y en la industria autopartista nacional”.