Isolina Dabove, investigadora del CONICET y especialista en derecho de la vejez, dialogó con Federica Pais sobre el permiso obligatorio que los mayores de 70 años deberán tramitar para circular por la Ciudad de Buenos Aires. "Es una medida que se tomó genéricamente pensando que todas las personas mayores tienen dificultades para tomar decisiones respecto de lo que les conviene", expresó.
"Una persona mayor es una persona capaz y completamente autónoma, no hay que asociarlo a lo que le pasa a los niños, niñas o adolescentes. Está en condiciones de tomar todas aquellas medidas que consideran apropiadas", agregó Dabove. "Entiendo que es una media de salud pública, pero si el afán de esto era llegar a la persona mayor, ofrecerle asistencia y acompañamiento, eso es bienvenido, pero no fue lo más acorde a la dignidad que requiere una persona mayor", agregó.
Además, subrayó que la medida fue tomada desde una perspectiva sanitarista, aunque con una concepción de la vejez "anacrónica" y "prejuiciosa". "Todo esto tiene que partir de lo que la persona mayor necesita, no de lo que el Estado presupone con un concepto prejuicioso de vejez, discriminatorio, es decir, viejista y en base a eso diseñar una política", subrayó.