En horas de la tarde se realizó una protesta en la ciudad de Avellaneda, Santa Fe, contra la intervención de la aceitera Vicentin. El lugar donde se llevó a cabo es donde nació la compañía y está radicada su sede central. El rechazo a la medida adoptada por el Gobierno Nacional tuvo como principal impulsor al intendente de esa ciudad, Dionisio Scarpín, quien convocó a la comunidad a marchar frente a las oficinas de la empresa para decirle "No a la expropiación", tal como se difundió en una imagen que llamaba a la protesta.
Además, los interventores designados por el Gobierno no pudieron ingresar a las oficinas de la empresa para hacerse cargo de su conducción. La sede central cerró sus puertas en el momento en el que se conoció la información que llegaban los funcionarios: desalojaron el predio y cerraron las puertas.
Angel Dorado, Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda, dialogó con Federica Pais y Luis Bremer y aseguró que la marcha fue "una movida de tipo política con el respaldo de los funcionarios del municipio" y añadió: "la empresa ha pasado distintas etapas desde su fundación y en este momento está en proceso de crisis donde hubo trabajadores despedidos y no hemos visto la misma solidaridad con los compañeros".
"Es necesario que el Estado recupere esos recursos que son muy importantes como ser la participación estratégica en sector el alimentario, no sólo para el país sino también para los trabajadores" , subrayó.
Por su parte, el intendente Leonardo Raimundo de la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe, aseguró que la expropiación de Vicentin traerá paz social y consideró que la decisión de intervenir la cerealera brinda tranquilidad a los trabajadores de la región.