Desde que su nombre irrumpió como revelación en el Festival de Cosquín, hace ya 15 años, Franco Luciani dejó en claro que su talento como armonicista no se circunscribiría a un único género, sino que se prestaría siempre al enorme universo de la música argentina. Desde entonces, el músico rosarino supo transitar también otros caminos, dedicó discos propios tanto al tango como al folklore, colaboró en más de un centenar de obras ajenas y, en ese transitar, solidificó una trayectoria notable. Con su flamante Anda en el aire, Luciani vuelve a proponer una obra diversa, que de algún modo conecta con Armusa, su debut de 2002, esencialmente por esa mirada que esquiva las etiquetas para fomentar una unidad estética que, aquí, logra homogeneizar un repertorio que va desde el "Invierno" de Vivaldi hasta "Tu cuerpo mediodía" de Spinetta, incluyendo tangos, chacareras, polcas, cuecas y zambas, reuniendo nombres como los de Carnota, Sampayo, Arsenio Aguirre y... Franco Luciani.

Este sábado, a las 21.30, ese repertorio amplio será el eje del concierto que el armonicista brindará en el Teatro de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza), donde subirá a escena junto a Leonardo Andersen en guitarra y Pablo Motta en contrabajo, las dos terceras partes de una formación que entusiasma al rosarino, que en diálogo con Rosario/12 remarca: "Leo es un músico joven, un músico muy virtuoso pero que tiene también el concepto de canción. Pablo es una persona con mucha experiencia, que hace un par de años está en la Sinfónica Nacional, que vivió en Estados Unidos y toca muy bien jazz, que tiene la herencia de su padre, Pepe Motta, un gran contrabajista de tango. Ahora pienso que esas cosas estaban en el fondo de mi cabeza cuando los llamé, porque logramos un equilibrio, es un trío que tiene muchos colores".

Tomando como referencias sonoras a discos como Beyond the Missouri Sky (Short Stories) del guitarrista Pat Metheny y el contrabajista Charlie Haden, Luciani buscó que su trío también estuviera marcado por la contundencia. "Pensé en la sonoridad de ese disco, pero acá los tangos son aguerridos, buscamos una chacarera del mismo modo... Es una manera más desprejuiciada, o menos pensada, que también buscaba. Tenía ganas de largarme a tocar porque sí. Es una cosa que me pasa mucho con las participaciones, en las que me tiro a la cancha y pasa que sale de puta madre. Tenía ganas de hacer algo más así. Son momentos, el disco tiene mucho de eso de juntarse a tocar. Insisto: hay trabajo, un criterio muy definido, sabemos lo que va a pasar, pero hay sorpresas", explica.

La versatilidad de esta formación, asegura el rosarino, le permite proyectar funciones en festivales de tango, de folklore y, también, de jazz: luego de su función en Rosario, Luciani partirá hacia Canadá para participar del Festival de Jazz de Montreal, a donde desembarcará con su repertorio popular. "No voy a armar diez standards, porque no es mi búsqueda, sino que el hilo conductor es la música argentina --remarca--. Sobre ese hilo conductor, con este trío el manejo de los lenguajes puede ser muy amplio. Eso te da mucha tranquilidad a la hora de soltarte, que no esté todo tan pre‑pensado".

En Anda en el aire --título que parte de la primera estrofa de "La plumita", de Arsenio Aguirre: "Que bien baila la niña/ con que donaire / parece una plumita, ay,/ que anda en el aire"--, Luciani vuelve a darle lugar a su obra autoral, situación que va de la mano con una formalización de su aparición como cantante. "Eso viene muy ligado, también, con que me empezó a pasar de componer con poetas --distingue--. Si bien me encanta hacer versiones instrumentales, también me gusta cantar un poquito de la letra. Hay algo que me viene sucediendo hace mucho tiempo, pero que empecé a pensar ahora, y es que siempre tuve una actitud 'cantadora' con la armónica, pero a veces pensaba 'qué lindo sería cantar el estribillo que viene', aunque no lo hacía. Ahora lo estoy haciendo, y me gusta".

Aportando coros para Raúl Carnota en el recordado Proyecto Sanluca, o sumando la voz en sus toques con Daniel Maza en el ciclo Boleros y Otras Músicas, Luciani fue dándole lugar a la aparición de una faceta que, apunta, se espeja en referencias como las del propio Maza, Luis Salinas o Nahuel Pennisi, "grandes instrumentistas que cantan con mucha onda". O incluso en Chet Baker. Y hay, también, un espacio de formación para sustentar esta voz que se suma a la de la armónica. "No tomo las cosas a la ligera", advierte Luciani, que concluye: "Estoy estudiando, me interesa, voy recabando información. Tomé clases con Oscar del Río, un cantor de tangos que murió hace poco. Siempre le pido alguna data a Victoria Birchner, Lidia Borda, Marcela Passadore... Y descubrí un montón de cosas, hasta la manera de pensar la voz hablada".