El militante ecologista de 20 años habló en Pasajera en Trance de la necesidad de aprobar la ley de Humedales. Por qué no alcanza con transformar los hábitos de la clase media para frenar el cambio climático.
"La ley es una demanda histórica de los colectivos sociaomabientales –recordó Rodríguez–. Este año por los incendios hubo 90.000 hectáreas arrasadas en el Delta del Paraná y 14.000 hectáreas en Córdoba. La situación no da para más. En el delta se queman pastizales para renovar los suelos y avanzar con la frontera agrícola. Necesitamos preservar el escosistema de los humedales, que representa un 23% del territorio nacional". El militante se mostró esperanzado en que la ley obtenga media sanción del Congreso este año.
Por otro lado, Rodríguez afirmó que la militancia de los movimientos socioambientales necesita entablar alianzas estratégicas con organizaciones campesinas que "incorporan los principios de la agroecología en sus métodos productivos y generan soberanía alimentaria en pequeñas comunidades".
Las clases medias urbanas son conscientes de las prácticas ecológicas como el separado y el reciclaje, pero eso no alcanza, sostuvo Rodríguez. "Para transformar esa adhesión en potencia política debemos visibilizar los efectos de la crisis climática en los sectores más relegados. Mostrar que no se trata de una cuestión técnica separada de las cuestiones sociales. Cuando avanzan las políticas de desmonte, por ejemplo, pulverizando ecosistemas enteros como bosques imprescindibles para frenar el cambio climático, y además se desplaza a pueblos originarios: en el norte de Salta hubo 35 chicos wichi muertos porque migraron de territorios adonde vivían bien por el modelo del agronegocio".
"Debemos colectivizar nuestra lucha, no quedarnos en el granito de arena de la individualidad –concluyó–. Sin justicia climática no hay justicia social".
