El costo de vida para no ser pobre o indigente se encareció en el último año entre 22,6 y 24,1 por ciento, según relevamientos oficiales y privados que dan cuenta que todavía se está lejos de la pauta inflacionaria del 17 por ciento para 2017. Para el Indec la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que se utiliza como línea de indigencia, aumentó un 24,1 por ciento en mayo respecto de igual mes del año anterior, mientras que la total (CBT) para medir la pobreza se elevó 23,9 por ciento. Respecto al mes anterior ambas aumentaron en un 1,01 por ciento. Por su parte, el ente estadístico de la Ciudad de Buenos informó para el mismo período un aumento interanual de 22,6 para la canasta alimentaria y de 23,5 para la total. No obstante, en el cotejo contra abril casi duplicó los valores del Indec: 1,9 por ciento en la CBA y 2,1 en la CBT. Mientras tanto, para la consultora FIEL la canasta para no ser indigente aumentó 23,5 por ciento y para no ser pobre 23,7 respecto de mayo de 2016.

La supuesta desaceleración de los niveles de inflación depende de la composición de la canasta, ya que varían los resultados de acuerdo con los distintos relevamientos. Si bien las subas interanuales se encuentran por debajo de los resultados de principios de año, todavía están lejos de estabilizarse en niveles que permitan reflejar una caída que se acople a lo proyectado por el gobierno nacional. 

Según el Indec, una familia tipo de cuatro integrantes (dos mayores y dos menores) requirió en mayo 14.665,88 pesos para no ser pobre, mientras que necesitó de 5986,07 para poder alimentarse (línea de indigencia). Si se comparan ambas canasta contra diciembre último, acumulan aumentos de 11,5 por ciento para CBT y 9,7 para CBA.

El ente porteño estimó un ingreso necesario para la misma composición familiar de 15.259,01 pesos para no ser pobre y de 6110,61 pesos para evitar caer en la indigencia, con un aumento respecto de abril previo de 2,1 y 1,9 por ciento respectivamente. El informe también estima las mismas canastas en la Ciudad, donde los valores para la CBA ascendieron a 8090,38 pesos (22,2 por ciento interanual y la canasta total, a 19.470,64 (24,8 por ciento interanual). Esto se debe a que la inflación porteña es más alta que el promedio nacional.

Por último, para FIEL en mayo el costo de la canasta alimentaria alcanzó a 1842 pesos por persona, mientras la total que define la línea de pobreza, ascendió a 4311 pesos. Si se considera una familia tipo de cuatro miembros, el costo de la CBA para ese hogar se ubicó en mayo en 5693 y el de la CBT, en 13.322 pesos. Para la línea de indigencia el aumento fue de 1,3 por ciento mensual, y de 1,8 para la canasta (con servicios) para no caer en pobreza.