El dólar aumentó ayer 15 centavos y se ubicó en un nivel record de 16,54 pesos. Las acciones argentinas que cotizan en la plaza bursátil de Nueva York marcaron caídas de hasta un 8 por ciento. La Bolsa de Buenos Aires retrocedió 4,8 puntos. El país no fue incluido en el índice de mercados emergentes del banco internacional Morgan Stanley y la noticia implicó un golpe de desconfianza entre inversores locales y extranjeros. La respuesta fue la salida de divisas especulativas, el refugio en moneda fuerte y el retroceso de los precios de activos financieros. La Argentina, pese a todas las medidas amigables con el mercado del último año y medio, continuará en la categoría de país fronterizo junto a Kenia, Kuwait y Bangladesh, entre otros. La recategorización, según estimaciones del JP Morgan, podría haber explicado la entrada de 1400 millones de dólares para la compra de acciones. Se trata de otra lluvia de inversiones que el Gobierno prometió para el corto plazo pero que no se concretará al menos por un año más.
La megadevaluación de 2015, la eliminación de controles financieros, el recorte de impuestos a sectores de altos ingresos, la suba de las tasas de interés, el blanqueo de capitales e incluso la emisión de deuda a 100 años no fueron suficientes para convencer a los capitales internacionales de que la Argentina es una economía segura para invertir. La decisión de la banca internacional de mantener al país como economía fronteriza provocó una fuerte volatilidad en el mercado interno. El índice MerVal, que agrupa a las principales acciones de la bolsa porteña, registró una baja del 4,8 por ciento. Las empresas dedicadas al negocio bancario computaron las mayores caídas. El Grupo Financiero Galicia retrocedió 6,4 por ciento, al tiempo que el Banco Francés lo hizo al 4,8 por ciento. Otros declives importantes fueron los de Pampa Energía (-8,4), Transener (-6,2), Transportadora Gas del Norte (-4,7), Agrometal (-7,9) y Central Costanera (-5,8). En Nueva York las firmas argentinas se derrumbaron y empresas insignia como la petrolera YPF llegaron a bajar 18 por ciento en las operaciones previas a la apertura del mercado (Premarket).
El Morgan Stanley decidió el martes a última hora no incluir a la Argentina entre las economías con categoría de emergente. En el mercado daban por descontado que iba a aprobarse el cambio y se esperaba una lluvia de inversiones del extranjero para la compra de acciones locales. Pero no hubo modificación y el país continuará en situación de economía fronteriza al menos hasta 2018. Esto generó un shock en la plaza bursátil porque la regulación impide a muchos fondos de inversión internacionales comprar activos de países fronterizos.
“Finalmente se postergó para el año próximo (junio 2018) la posible vuelta del mercado argentino a emergentes. En consecuencia, nos mantenemos en fronterizo al menos por un año más, compartiendo el status con países como Croacia, Lituania, Nigeria, Kenia, Kuwait y Bangladesh, entre otros. Argentina, puntualmente, es el único fronterizo dentro de la región (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú son emergentes)”, precisaron en la agencia de bolsa Portfolio Personal. Se revisará la situación del país nuevamente en 2018 y, si el próximo año se aprueba el status de país emergente, recién en 2019 se hará efectiva la modificación.
El banco de inversiones Morgan Stanley publicó un documento en el que justifica su decisión. Consideró importante que “el país abolió las restricciones cambiarias y los controles de capitales dando como resultado un tipo de cambio flotante, la eliminación de las reservas de efectivo y los límites de repatriación mensual que afectan al mercado de acciones y la supresión del período de bloqueo de capital para las inversiones”. Pero aclaró que “aunque el mercado de renta argentino cumple la mayoría de los criterios de accesibilidad para los mercados emergentes, la irreversibilidad de los cambios relativamente recientes aún debe ser evaluada”. Los informes de las agencias de bolsa coinciden en que esto debe leerse como “un castigo al elevado déficit fiscal y a la incertidumbre por las elecciones de medio término”. El reclamo que queda expresado para el próximo año es el de un fuerte recorte del desequilibrio fiscal, lo que implicará un duro ajuste del gasto.
En la city mostraron un fuerte pesimismo por la noticia y aseguraron que en las próximas semanas podría haber un cambio de tendencia en la entrada de capitales especulativos que se observa en los últimos meses. Plantearon que esto le pondría un piso al tipo de cambio por arriba de 17 pesos. Mencionaron además que esta semana el Banco Central no consiguió renovar letras (Lebac) por unos 122 mil millones de pesos y que esa masa de billetes podría presionar aún más sobre el dólar en este escenario de incertidumbre. Ayer la divisa escaló hasta un nuevo record de 16,54 pesos, acelerando una suba de que había arrancado a mitad de semana pasada y elevó la cotización en 40 centavos. En el mercado mayorista, ayer se produjo un alza de 7 centavos, hasta 16,25 pesos, su mayor valor histórico de cierre. Durante la rueda el precio mayorista había escalado hasta 16,50, aunque luego apareció la oferta y aplacó la suba.
Otro efecto que podría observarse para el segundo semestre, según especialistas del sector financiero, es un aumento en la tasa de interés que debe pagar el país para emitir nueva deuda. Economistas heterodoxos apuntaron también que podrían registrarse nuevas presiones sobre el proceso inflacionario por efecto del aumento del dólar.
Los bonos argentinos recibieron la noticia con un menor impacto que las acciones. El Bonar 2024 retrocedió 1,0 por ciento, el Discount 2033 bajó 1,2 y el PAR lo hizo en 1,8. Otras contracciones fueron las del 1,9 por ciento del Argentina 2046 y del 2,0 del Argentina 2021. En lo que refiere a los bonos atados a la cotización del dólar (bonos dollar-linked), se marcó un alza del 1,2 por ciento del BDC20 y del 1,9 por ciento del BCD19. Esto se debe a la suba del dólar y a las mayores expectativas de devaluación para las próximas semanas por un menor ingreso de capitales especulativos.