En su editorial, Eduardo Caími habló sobre el aumento del 2,6% de la canasta básica alimentaria en el mes de agosto informado ayer por el Indec.
“En agosto una familia tipo necesitó tener ingresos por $ 45.478 para no ser pobre. Según informó el Indec, para no ser indigente los ingresos debieron ser de $ 18.792 para el mismo grupo familiar. Millones de familias no están ni cerca de tener ingresos por esa suma” señaló el conductor de Caími a las 6. “A su vez, el propio Indec informó que más del 43% de los pibes menores de 14 años que viven en la Ciudad son pobres. son datos demoledores, que reflejan el gran drama de este país. La pobreza estructural que agobia”.
Frente a este escenario, Caími sostuvo que se impone una transformación de raíz del país. “Es imperativo terminar con esta desigualdad galopante. Gobernar es crear trabajo. Para ello se necesita recuperar la dinámica del aparato productivo, robustecer el mercado interno y fortalecer el alicaído poder adquisitivo del salario. Todas estas variables de la economía fueron destrozadas sin miramientos por el macrismo” sostuvo Caími. “Además es vital impulsar una redistribución profunda de la riqueza para atemperar este drama nacional que es la pobreza” indicó.
“Ahí en este punto, el establishment enfurecido, desestabilizador, destituyente, se levanta furioso y actúa en consecuencia. Ayer, en su columna de opinión tan esperada en el programa de Victor Hugo, el gran Fernando Borroni sentenció que en este país se discute más del dólar que de la mortalidad infantil. No es casualidad. Es una decisión editorial” consideró Caími. “Es la agenda que arman los factores de poder. Para aguijonear, para desgastar, para deslegitimar a un gobierno que se propone, aun con sus carencias y límites, reformular un esquema degradante que condena a millones a los márgenes de la sociedad”.
